Búscome denuncia que “la Ciudad no tiene un Protocolo de
Coordinación en Violencia de Género y, por tanto, no sólo
está incumpliendo la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de
diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la
Violencia de Género, también está generando indefensión en
las mujeres, en los menores y en los profesionales que no
saben en muchas ocasiones cómo actuar ante determinadas
circunstancias”.
Para la asociación “no es lógico que, por poner un ejemplo,
una mujer sea tratada en el mismo sitio de distinta manera,
según el personal que esté de guardia, como tampoco es de
recibo que en algunas ocasiones se opere a base de intuición
y espontaneidad”.
“Es imprescindible optimizar todos los recursos desde la
calidad del servicio, la transversalidad, la prevención, la
asistencia integral y personalizada, la igualdad de trato,
el empoderamiento, la seguridad y la protección. El
protocolo sirve no sólo para reglamentar la atención y la
protección de las víctimas, sino para promover la
coordinación de las acciones de sensibilización, prevención
y formación que realiza el Gobierno de la Ciudad para
fomentar la igualdad”, asegura Búscome.
Ventanilla única
El colectivo ceutí también lamenta que la Ciudad Autónoma
“no cuente con una ventanilla única en violencia de género
que evite los itinerarios y la revictimización de las
mujeres”.
Búscome recuerda que la Ley Integral recoge literalmente en
su artículo 32 “la obligación de los poderes públicos de
elaborar planes de colaboración que garanticen la ordenación
de sus actuaciones en la prevención, asistencia y
persecución de los actos de violencia de género, que deben
implicar a la Administración sanitaria, la Administración de
Justicia, Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y los Servicios
sociales y organismos de Igualdad. Asimismo, la Ley Orgánica
1/2004, de 28 de Diciembre, plantea que “en el desarrollo de
dichos planes, se articularán protocolos de actuación que
determinen los procedimientos que aseguren una actuación
global e integral de las distintas administraciones y
servicios implicados y que garanticen la actividad
probatoria en los procesos que se sigan”.
Por tanto, Búscome afirma que “ la mujer que es víctima de
la violencia machista no lo es solo por parte del hombre
agresor, lo es también por la indiferencia de una sociedad
que permanece impasible y normaliza conductas que minimizan
o invisibilizan a las mujeres. Pero lo es también por quedar
a merced de unas instituciones que no siempre actúan
conforme a lo esperado o legal, salvo cada 25 de noviembre”.
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