El Real Instituto Elcano aconseja a España involucrarse en
la selección de los imames que ejercen en lugares de culto
islámico en nuestro país, singularmente en aquellos cuya
congregación esté compuesta mayoritariamente por musulmanes
de origen marroquí, y fomentar la integración educativa del
inmigrante del país vecino.
Estas son algunas de las recomendaciones que se recogen en
el informe sobre las relaciones entre España y Marruecos en
el que el Real Instituto Elcano ha trabajado durante un año
bajo la coordinación del investigador Haizam Amirah y que ha
sido presentado este martes en Madrid.
En dicho informe, este think-tank reseña que en la
actualidad el Plan Nacional de Prevención de la
Radicalización de corte yihadista contempla la colaboración
hispano-marroquí en áreas como la formación de imames, la
participación de docentes marroquíes en la impartición de
contenidos sobre lengua y cultura de su país en colegios
españoles a descendientes de inmigrantes procedentes del
mismo e incluso la financiación del culto islámico en Ceuta
y Melilla.
No ocurre lo mismo con la selección de los imames que
ejercen en las mezquitas españolas de mayoría marroquí
porque, según advierte el Instituto Elcano, existe un
“empeño” de las autoridades del país magrebí por controlar
esa designación “para evitar que predicadores extremistas
promuevan la radicalización entre sus nacionales”.
España aun no tiene capacidad para intervenir
“Esto es de interés para España, que aún no tiene las
capacidades necesarias para intervenir en ese sector
religioso ni sobre temas de cultura marroquí ni en otros
afines como el educativo”, subraya el informe.
En este sentido, señala que el protagonismo de Marruecos en
estas iniciativas para inhibir procesos de radicalización de
sus nacionales en España está ofreciendo a Rabat la
posibilidad de ejercer una influencia que sirve mejor a sus
intereses que a los de nuestro país.
Sobre la educación, el estudio hace hincapié en la necesidad
de elevar el perfil educativo del inmigrante medio marroquí
en España y, para ello, pide imitar a Francia o a Canadá en
la atracción de universitarios y graduados marroquíes, así
como de una inmigración “cualificada”, porque, según señala,
“esto mejoraría la imagen de la sociedad marroquí en España
y la imagen de España en Marruecos”.
En este sentido, el Instituto Elcano añade que cuando la
situación económica de España mejore convendría diseñar una
política de becas específica para estudiantes marroquíes
dirigida sobre todo a carreras “con buena salida en el
mercado”, entre las que cita medicina, enfermería o
ingenierías.
Mejorar el conocimiento mutuo y desmontar estereotipos
Entre otras recomendaciones destaca la de la conveniencia de
que España profundice en los instrumentos de cooperación
cultural para estimular el conocimiento mutuo de ambos
países y “desmontar” los “muchos” estereotipos” que existen
ambas direcciones. Asimismo, sugiere que España adopte
medidas para mejorar la difusión de la lengua y la culturas
españolas en Marruecos, así como favorecer el conocimiento y
la transferencia de experiencias en los ámbitos de las
universidades, los partidos políticos, los medios de
comunicación, los organismos de la Administración, los
municipios, las juventud o las actividades deportivas.
Estos son algunos de los consejos que recoge el citado
informe y que, según ha comentado su coordinador, Haizam
Amirah, España debería atender porque Marruecos sigue siendo
“por muchos motivos” un socio “clave” para nuestro país. De
hecho, ha destacado que tanto España como Marruecos son
conscientes del importante “colchón de intereses” que supone
un país para el otro.
Amirah ha destacado que las relaciones entre ambas naciones
se ha caracterizado por su “complejidad” y sus “frecuentes
vaivenes”, si bien ha puesto de relieve que en los últimos
diez años éstas han experimentado una mejora.
En este sentido, ha avisado de que si se quiere consolidar
la buena relación actual hace falta dedicar “más atención y
esfuerzo” a construir más puentes entre ambas sociedades
“tejiendo más relaciones humanas y profesionales”, lo que
pasa por la creación de nuevos espacios, por el fomento de
los intercambios, por la revisión de la política de
concesión de visados y por una presencia cultural y
comunicativa “más eficaz” en las dos direcciones.
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