Las entrevistas con los líderes de partidos nacionales en el
Palacio de La Moncloa, que mantuvo Mariano Rajoy con Pedro
Sánchez en primer lugar, han ido sucediéndose en esta
ultimas semanas. El Presidente del Gobierno se reunió con
Alberto Rivera, de Ciudadanos, justo antes de que lo hiciera
Pablo Iglesias. El líder de Podemos, cuyo discurso favorable
al derecho a decidir no cambia ni por asomo, su posición
frente al Presidente del Gobierno, arrogante y pretenciosa,
daba a entender que para él constituía todo un triunfo haber
sido invitado, quizás pensando que pocas posibilidades tiene
de volver a visitar y menos aún habitar La Moncloa.
Sin embargo, dentro de la ronda de contactos, yo destacaría
la rueda de prensa que con posterioridad a su encuentro con
Mariano Rajoy ofreció Albert Rivera. En ella desgranó una
propuesta que ya era conocida a grandes rasgos antes de
reunirse con el Presidente del Gobierno, un pacto por
España, entre todos los partidos nacionales. Albert Rivera
afirmo que, gobierne quien gobierne tras las elecciones
generales del 20 de Diciembre, quiere que se respeten cinco
principios básicos: 1) Mantener intacto el artículo 1 de la
Constitución Española de 1978, donde se atribuye la
soberanía nacional al conjunto del pueblo español; 2)
Asegurar la permanencia en el tiempo de la unidad
territorial; 3) No sobrepasar la Constitución, considerada
como el único marco a la hora de realizar cualquier tipo de
reformas; 4) Un compromiso por la integración europea; 5)
finalmente, el compromiso de no pactar con partidos que
quieran romper la unidad de España.
Si acudimos al ideario y las manifestaciones de los diversos
partidos que han participado en los contactos recientes,
está claro que varios de ellos jamás se comprometerán a
cumplir semejantes cinco puntos. Parece sencillo que el
Partido Popular acepte semejantes directrices, pues no
mantiene un solo pacto con sectas políticas que buscan la
destrucción y cuarteamiento de la Nación Española, ni pone
en cuestión el actual marco constitucional. Albert Rivera
encontraría así en el Presidente Mariano Rajoy su mejor
aliado para hacer valer estos cinco puntos.
Sin embargo, mirando al resto de partidos, el Partido
Socialista Obrero Español, ya presenta reticencias
importantes a semejante acuerdo, recordemos que su propuesta
estrella es reformar la Constitución de 1978, para que
España pase de ser un Estado unitario con competencias
cedidas a las comunidades autónomas, a convertirse en un
Estado federal de carácter asimétrico, como decía Pascual
Maragall, donde Cataluña, ya reconocida como estado federado
al resto de España, disfrute de una serie de privilegios que
no dependan de lo que decida la propia Nación Española. Esto
es, el Partido Socialista Obrero Español, a base de rechazar
el punto 3) acabaría haciendo lo mismo con el 1) y también,
pese a quien pese, con el 5).
Y qué decir entonces de Podemos, partido político de
vaivenes demoscópicos constantes y cuya llegada al poder
municipal y autonómico no ha podido ser un laboratorio de
pruebas más desastroso, para ver la aplicación de sus
propuestas y la calidad de sus improvisados líderes
políticos. Está medianamente claro que el partido comandado
por Pablo Iglesias jamás aceptará el punto 1). Ellos
quieren, al igual que los separatistas antiespañoles que
parasitan Cataluña, que se permita la celebración de un
referéndum legal de independencia. Un derecho a decidir que
además no se basa en la mera voluntad ciudadana, en una mera
voluntad general, sino en la negación de la soberanía
nacional, si el Artículo 1 de nuestra Constitución expresa
que la soberanía reside en la Nación, Podemos directamente
niega la Nación Española. Para estos profesores de Ciencia
Política, que España tenga asiento en la ONU como nación
política de pleno derecho y que Naciones Unidas tenga claro
que Cataluña no es una colonia de España, no constituye
prueba de nada, siguen afirmando y creyendo que España es
una nación de naciones, una artificiosa cárcel de pueblos,
cuya única finalidad es permitirle a esos pueblos el derecho
a decidir si siguen o no en España. Por supuesto, el punto
5) tampoco lo cumplirán en Podemos vistos sus pactos con los
proetarras de Bildu en Navarra. Que nadie dude que también
el cumplimiento de los puntos 2) y 3) se vería claramente
comprometido.
Creo que hay que valorar muy positivamente el conjunto de
los cinco puntos expuestos por Alberto Rivera tras su
entrevista con Mariano Rajoy. Sin embargo, expreso grandes
dudas sobre varios de los grandes partidos nacionales a la
hora de cumplirlos, dadas sus manifestaciones constantes
favorables a la federalización de la Nación Española, o de
permitir el derecho a decidir de los sediciosos por encima
de la soberanía nacional, algo que han aplicado a través de
recientes pactos a nivel municipal y autonómico con sectas
separatistas antiespañolas.
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