Adolf Hitler fue un enamorado de la Ciudad de la Luz. De
hecho, apreció tanta su belleza que intuyó como el peor de
los castigos la destrucción de la capital gala. En ese
sentido, dio ordenes a Dietrich von Choltitz, gobernador
militar de la ciudad francesa que afortunadamente fueron
desobedecidas por este: qué, en caso de derrota ante el
bando aliado, un gran incendio devastara todo París.
Liquidad París.
Con París, como ven, no pudo el nazismo. Desde entonces, la
capital gala ha sufrido varios ataques: el último, el del
pasado 13 de noviembre, con casi ciento treinta fallecidos.
No ha sido el único acto de barbarie terrorista cometido en
los últimos días. Sin tiempo aún para digerir la masacre del
Sena, el mundo ha visto como el sendero de muerte y
destrucción recorre también Sarajevo, Nigeria o Malí. Sólo
en la última semana.
Horas después del mayor atentado de la historia de Europa
tras el 11 M, la Asamblea de Ceuta se concentra para mandar
un mensaje unánime de rechazo al acto. Especialmente
sentidas las palabras de Germinal Castillo: portavoz de Cruz
Roja Ceuta y ex cónsul de Francia –país en cuyo norte nació-
y que afirma vive una situación sin precedentes desde la
Guerra de Argelia, a principios de los 60.
De momento, la situación en Ceuta sigue igual. Llegan los
bestiales atentados en momentos en los que se realiza un
importante simulacro en la Ciudad. El comandante general y
jefe de la Zona Militar, Sancho Sifre, subraya que la
capacidad de activación de las Fuerzas Armadas con base en
la Ciudad sería “automática” si se elevar a cinco el nivel
de alerta.
De la barbarie también han hablado en Ceuta en la Onda
destacados políticos de nivel nacional. Los dos tienen algo
en común: son catalanes, jóvenes y podrían asumir
responsabilidades mayores en próximas fechas. A eso se
niega, en principio, la vicesecretaria de Estudios y
Programas del PP, Andrea Levy, que subraya “tener bastante”
con su papel en el Parlamento de Cataluña. Levy señala que
es necesaria la unidad de los demócratas en torno al
terrorismo y ve viable un nuevo triunfo electoral del PP. El
otro político es Albert Rivera, al que las encuestas sitúan
en condiciones de poder ser el próximo presidente del
Gobierno. Rivera recalca la intención de Ciudadanos de
adherirse al pacto antiyihadista y apuesta por una gestión
comunitaria de la frontera de Ceuta.
Hablando de frontera: la Junta Local de Seguridad acuerda
intensificar la cooperación entre administraciones ante las
continuas aglomeraciones en el entorno del Tarajal,
agravadas –aún más- tras los atentados en Francia. Y la
frontera es lo que han pretendido eludir varios inmigrantes:
hasta treinta y cuatro son atendidos por Cruz Roja tras ser
rescatados al intentar entrar en Ceuta.
Entramos en arena política, desde el punto exclusivamente
local. Los trece votos del PP son suficientes para aprobar
los Presupuestos Generales del próximo año, con el clásico
intercambio de reproches entre Gobierno y oposición.
Mientras, la Ciudad decide hacerse cargo del 18% del coste
de rehabilitación de las viviendas de Santiago Apostol, Juan
de Juanes, Juan XXIII y General Carvajal que debían abonar
los vecinos. El Gobierno informa también sobre la firma de
un convenio con el MECD por un importe de 250.000 euros y
subraya que no ha habido desfase presupuestario en cuanto al
Alumbrado de Navidad. Por último, se aprueba la demolición
de varias obras ilegales en Capitán Claudio Vázquez y Calle
Córdoba.
En el plano sindical, FETE UGT gana las elecciones a la
Junta de Personal Docente no universitario, aunque al
faltarle un representante para la mayoría absoluta tendrá
que depender del CSIF para que Francisco Lobato presida este
órgano, tradicionalmente controlado por CC.OO. Se conoce
también esta semana que 1.500 jóvenes en paro han pasado por
la Escuela de la Construcción desde su creación.
Y para completar la semana, hacemos un viaje al pasado. Al
20 de noviembre de 1975, día en que fallece Francisco
Franco. Un óbito, el del dictador, que nos rememora José
Luis Palma Gámiz. Un reputado doctor de clínica privada en
el madrileño barrio de Salamanca que entonces formó parte
del célebre “equipo médico habitual” de El Pardo.
|