Los atentados de París, y las sospechas de que al menos tres
de los terroristas que los perpetraron haya aparentemente
entrado en Europa mezclado entre los cientos de miles de
refugiados llegados en los últimos meses, han hecho reabrir
el debate sobre cómo gestionar la crisis de los refugiados.
Las fuerzas más conservadoras y populistas del continente
europeo piden a gritos el fin del flujo de refugiados.
En los últimos días los lideres políticos de Europa, se
cuestionan gravemente la apertura de fronteras para los
miles de refugiados que huyendo de la guerra, realizan un
verdadero peregrinaje inhumano para alcanzar el sueño de
alejar a sus hijos de los disparos y las bombas. Este éxodo
de personas esta siendo atacado por unos terroristas que
matan en nombre de una religión y un profeta.
Si ya había voces criticas contra el éxodo de refugiado
hacia Europa, por los grandes costes económicos que tendría
que pagar cada país, para atender a los miles de hombres,
mujeres y niños que huyen de la guerra, miles de voces se
unirán en contra de los refugiados, ahora que se sabe que
entre esas personas que huyen, se pueden encuentrar
camuflados terroristas con la única misión de aterrorizar a
la sociedad Europea.
Este debate se ha recrudecido de forma muy especial en
Alemania donde la CSU, el partido bávaro aliado de Angela
Merkel, exigió el fin de la política de puertas abiertas de
la Canciller. Los días de la inmigración ilegal e
incontrolada se han acabado, no se puede seguir así. “París
lo cambia todo”, ha afirmado este domingo el ministro de
Finanzas de Bavaria, Markus Soeder. La mayoría de los
solicitantes de asilo que llegan a Alemania lo hacen a
través de este estado del sur del país.
La polémica no se limita a Alemania. Polonia y Eslovaquia,
lo que ya se oponen aceptar los refugiados que les
corresponderían con el sistema de cuotas de la Unión Europea
(UE). El propio presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude
Juncker salió al paso y afirmó en los márgenes de la cumbre
del G-20, que los países de la UE no deberían ceder ante
reacciones primarias. “Los responsables de los ataques de
París son criminales y no refugiados o solicitantes de
asilo”.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, afirmó
que era partidario de dar asilo a todas aquellas personas
que por razones políticas o de guerras no pueden vivir en su
país. “Los problemas se resuelven en origen y no cuando ya
se han producido. Ahora tenemos un debate en la UE sobre el
reparto de cuotas. Está muy bien, pero lo que hay que
procurar es atajar los problemas. Hay que resolver el
problema de Siria y de Libia”.
La reunión de los principales líderes del mundo en la cumbre
económica del G20, en Turquía. Con tal presión y tal
ocasión, los líderes de Estados Unidos y de Rusia, se vieron
forzados ayer a improvisar una reunión bilateral, sirvió
para empezar a limar las graves diferencias entre ambos que
impiden una respuesta unitaria contra el terrorismo
yihadista. No hubo un giro radical en la relación entre
ambos. Pero fuentes oficiales del Kremlim y de la Casa
Blanca prefirieron subrayar los acuerdos antes que los
desacuerdos.
El acercamiento entre ambos líderes era clave para lograr el
objetivo que había marcado el presidente de Turquía, Recep
Tayyp Erdogan, en su calidad de anfitrión en la localidad
turística de Antalya. “Pienso que nuestra respuesta al
terrorismo internacional se va a concretar de manera muy
fuerte, muy dura, en esta cumbre del G20”. El mundo tiene
por delante en el G20 “un momento único” de oportunidad
diplomática para acabar con la violencia.
El Estado Islámico “es un reino ermitaño... un estado que
rechaza la paz como una cuestión de principio, tiene hambre
de genocidio, sus preceptos religiosos le inhabilitan para
cambiar, incluso si con ello garantizara su supervivencia, y
se considera a sí mismo el mensajero que anuncia el
inminente fin del mundo”.
Pero si algo hay que tener muy claro y que nadie se
confunda, es que no hay que mezclar conceptos, tampoco ideas
preconcebidas, no se puede confundir a los asesinos
terroristas del Estado Islámico, con las personas de paz que
creen en las palabras de PAZ y CONVIVENCIA que practican la
religión del Islam.
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