Ni es Estado, Ni son musulmanes. Son asesinos y terroristas.
Son un peligro para la humanidad. Son un terror para miles
de inocentes que malviven en las distintas zonas que ellos
consideran suyas pero que son dueños de la nada.Siria,
Líbano, Afganistán. Siembran el pánico, el odio, de quienes
no piensan igual, de los que no caen en su trampa y en su
lavado de celebro.
Kenia, Nigeria, Sinaí. No podemos tolerar ni los millones de
musulamanas y musulmanes ni la humanidad en general que se
escondan detrás de una religión para que sigan sembrando
dolor y acabando con la vida de niñas, hombres y abuelas.
Es por ello que se refieren a este grupo con el nombre de “Daesh”,
que significa “el que aplasta algo bajo sus pies” o Dahes:
“el que mete cizaña o siembra discordia”. Además, en su
forma plural, “Daw’aish” hace referencia a una agrupación de
intolerantes que impone su punto de vista sobre los otros.
Por lo tanto, tiene bastantes connotaciones negativas por lo
que se puede adivinar la intención de, en este caso el
gobierno francés, utilizar este término como arma
linguística.
Turquía, Francia, Túnez .Todas las instituciones, naciones,
organismos, medios de comunicación, las personas en general
debemos ganarles la batalla del lenguaje, llamando a las
cosas por su nombre. No entremos en sensacionalismos, porque
acabaríamos cayendo en su juego. Seamos consecuentes con
nuestras palabras y hagamos de la humanidad más humana, ya
que quien ataca la humanidad no se le puede llamar humano.
Podría estar diciendo mil veces que no en mi nombre, pero si
puedo contribuir a que la realidad se refleje en el
lenguaje, haré que el mensaje se expanda a cada rincón de mi
ciudad, a cada plaza de mi país, porque si avanzamos de la
mano, conseguiremos acabar con esto y con lo que conlleva
(el racismo y la xenofobia mas radical). Porque el
terrorismo no es religión, ni la religión es terrorismo.
Sin duda, es uno de los artículos de opinión más dolorosos,
porque deseo que algún día no haga falta explicar todo esto
y que sea una evidencia y una realidad y que no quede
camuflada por aquellos que el odio y el terror los arman de
poder.
Y acordaros siempre que la humanidad no entiende de
diferencias, ni de barreras, tan solo rechaza quien atenta
contra esta.
Termino con unas palabras de Martín Luther King “ hemos
aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces,
pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como
hermanos/as”.
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