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Ante el terror no caben distintas
posturas, sólo una, la de hacer un frente común para
rechazarlo de la forma más enérgica posible. Esto es lo que
ha sucedido tras los terribles atentados que se perpetraron
este viernes en París y que no sólo han conmocionado a
Francia, sino al mundo entero. Desde España, como vecinos
cercanos y miembros de la Unión Europea, ya se han cerrado
filas entorno a Francia. Pero no sólo las instituciones y
los representantes políticos han mostrado su rechazo al
terrorismo que en la capital gala ha acabado con decenas de
vidas, sino que los ciudadanos, a través de redes sociales o
con actos espontáneos en sus ciudades, también han
transmitido su apoyo al pueblo francés. Y también es
importante hacerlo. Hoy, en Ceuta, se ha convocado un minuto
de silencio a las doce del mediodía a las puertas de cada
uno de los edificios públicos y centros de trabajo
dependientes de la Ciudad Autónoma en señal de condolencia y
solidaridad con los franceses, que atraviesan uno de los
peores momentos de su historia reciente. Más allá de ser un
acto simbólico, este minuto de silencio debe convertirse en
una voz alta y fuerte de apoyo a las víctimas de una
barbarie sin sentido y también en un grito de condena a los
terroristas y a quienes están detrás de ellos. Cualquier
ataque a la democracia y a la libertad, sin importar donde
se produzca, se debe condenar desde todos los rincones del
planeta, sin distinción. Hoy Ceuta se unirá a esta cadena de
rechazo que se inició tras los atentados en París y que
durante todo el fin de semana se ha mantenido viva alrededor
del mundo. Los atentados dejaron muchas víctimas, tanto
mortales como heridos, en su afán de herir a la democracia,
pero esta se ha mostrado fuerte y hoy se volverá a ver ese
frente común de rechazo ante el terror.
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OPINIÓN / EDITORIAL
