Nuevo episodio de llegada de inmigrantes a las costas de
Ceuta. En total han sido 19 personas las que han tenido que
ser atendidas y hay que destacar que una de ellas, una mujer
embarazada, tuvo que ser trasladada al Hospital
Universitario, dado que presentaba fuertes dolores en la
zona abdominal.
Alrededor de las 07.45 de ayeroviembre, y tras una llamada
del Centro Zona de Coordinación de Trarifa, se activó el
Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias (EREIE) de
Inmigración de Cruz Roja Ceuta para atender a 19 personas en
el Muelle de la Puntilla que, previamente habían sido
rescatadas en el mar por la embarcación ‘Atria’ de
Salvamento Marítimo.
Entre las personas atendidas se encontraban dos mujeres, una
de ellas en avanzado estado de gestación.
Todas las personas atendidas presentaban cuadros de
hipotermia, si bien no ha sido necesario ningún traslado al
Hospital Universitario al presentar un buen estado de salud
general, salvo la mujer embarazada, que presentaba dolores
en la zona abdominal y que fue trasladada inmediatamente al
Hospital Universitario de Ceuta.
Tras el reconocimiento sanitario habitual que realiza el
Equipo de Respuesta Inmediata en Ëmergencias, se procedió al
reparto de mantas ropa, calzado, comida y bebidas a todas
las personas atendidas.
Para este dispositivo, el ERIE de Inmigración activó tres
ambulancias de Soporte Vital Básico, un vehículo todo
terreno de coordinación y una decena de voluntarios
(Técnicos en Emergencias Sanitarias y DUEs).
El dispositivo se dio por desactivado en torno a las 09.00
horas de ayer miércoles.
Las nacionalidades de las personas atendidas han sido las
siguientes. En concreto, las personas atendidas dijeron ser
en su mayoría, 18 de ellas, de Guinea Conakry, incluyendo a
dos mujeres. También se rescató a una persona que dijo ser
de nacionalidad mauritana.
La mayoría de las personas que están llegando estas últimas
semanas a Ceuta dicen ser de Guinea Conakry.
En todo caso, tratan de ocultar sus nacionalidades, para no
ser extraditadas a países con los que existen convenios por
parte de España, lo que dificulta extraordinariamente las
tareas de identificación por parte de las fuerzas de
seguridad del Estado.
Suelen estar pagando en torno a 1.000 o 1.500 euros a los
traficantes de personas para que les faciliten un modo de
llegar a la Ciudad Autónoma de Ceuta mediante la vía
marítima. Los traficantes ya están empezando a desistir de
utilizar patrones para las embarcaciones, ya que pueden
enfrentarse a penas de más de siete años de prisión en
España.
Así, llegan a venderles las embarcaciones para que los
inmigrantes, por sus propios medios, hagan la travesía.
De hecho, les venden incluso las pateras o embarcaciones de
pequeño calado, incluyéndolas en el precio final y dándolas
por perdidas.
También se producen casos en los que los inmigrantes
utilizan balsas de juguete, jugándose la vida en unas
condiciones extremas para cruzar la línea fronteriza.
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