La proporción del número de beneficiarios de los once bancos
de alimentos que integran la federación de Andalucía, Ceuta
y Melilla por cada 1.000 habitantes se ha incrementado un
32,2 por ciento de media entre 2013 y 2014, de forma que en
ese último año más de 81 de cada 1.000 personas del ámbito
territorial de esos bancos se han beneficiado, de media, de
los mismos, lo que equivale a ocho de cada 100, mientras que
en 2013 eran 61,48 por cada 1.000 ciudadanos los que
recibían ayuda de dichas entidades.
Además, el número de kilogramos de ayuda distribuida por los
once bancos de alimentos referidos se incrementó en un 28,3
por ciento en 2014 respecto a 2013, hasta un total de
33.284.147, un crecimiento superior al del número de
beneficiarios registrado en el mismo periodo de tiempo, que
se ha fijado en un 12,3 por ciento, desde 405.672 de 2013 a
455.624 en 2014.
Así se recoge en el ‘Informe Anual de los Bancos de
Alimentos de Andalucía, Ceuta y Melilla sobre la pobreza
alimentaria’, realizado por la Universidad de Loyola en
colaboración con la Federación de Bancos de Alimentos de
Andalucía, Ceuta y Melilla, que se ha presentado y que se
hace eco de la actividad de los once bancos que integran
dicha federación, uno por provincia andaluza, salvo Cádiz,
que cuenta con dos, más los de las ciudades autónomas.
El informe en cuestión se ha realizado a nivel autonómico
incluyendo a las ciudades de Ceuta y Melilla y se ha
centrado en la evolución de 2013 a 2014, según ha explicado
el citado representante de la Universidad Loyola, quien ha
formado parte del equipo que ha elaborado el informe.
En su exposición, el vicerrector ha incidido en que el
volumen de beneficiarios de 2014 aumentó en menor medida que
el de la ayuda distribuida, y ello cuando tan solo creció un
6,6 por ciento el número de centros de los bancos de
alimentos, a la vez que ha remarcado que el contexto
analizado es “muy heterogéneo” debido a que suma a Andalucía
y las ciudades de Ceuta y Melilla.
El informe, según ha abundado, refleja un incremento de un
12,27 por ciento, de media, del número de kilogramos de
ayuda por beneficiario, hasta 65,20 en 2014 de media, así
como que el número de beneficiarios por centro también ha
crecido “más del 34 por ciento” de promedio en 2014, hasta
293 beneficiarios por centro, si bien el dato está
determinado por la realidad de Ceuta y Melilla, ya que si no
se tienen en cuenta ambas ciudades, esa variable ha
disminuido, pasando de 218,14 en 2013 a 204,17 en 2014 en
Andalucía.
Atendiendo a la población, el número de beneficiarios de los
bancos de alimentos por cada 1.000 habitantes ha crecido un
32,2 por ciento en 2014, una media en la que se sitúan diez
de los once bancos, mientras que el restante la supera.
Por otro lado, el informe presenta también un indicador
sintético con el que se pretende reflejar en qué bancos o
áreas territoriales se concentran las situaciones más
preocupantes, con 12 como valor máximo, siendo 7 el
indicador medio sintético de Andalucía.
El estudio también ha tratado de relacionar la tasa de paro
con los indicadores de actividad de los bancos de alimentos,
y ha llegado a la conclusión de que “globalmente no existe
relación” entre esos factores, si bien sí se aprecian en
zonas particulares de cobertura, de modo que “no hay un
patrón andaluz, Ceuta y Melilla, sino multitud de patrones
distintos”, según ha explicado el vicerrector de
Investigación de la Universidad Loyola de Andalucía.
“Inflexión que da esperanza”
Por su parte, el presidente de la Federación de Bancos de
Alimentos de Andalucía, Ceuta y Melilla, Juan Pedro Álvarez,
ha destacado la “inflexión” que, en su opinión, se atisba al
registrarse un incremento del número de kilos repartidos en
2014 superior al del número de beneficiarios “por primera
vez desde 2007”, algo que “abre ligeramente la puerta a la
esperanza”, según ha expresado, si bien ha remachado que el
número de beneficiarios “no ha empezado a disminuir, siguen
siendo muchos”, y no se alcanza a cubrir “el 100 por cien de
sus necesidades”.
Ha detallado que la federación contaba con 651 voluntarios
permanentes en 2014, casi un nueve por ciento más respecto a
2013, y que la media de voluntarios por banco es de 59
personas. Igualmente, el año pasado había 41 personas
contratadas, una media de cuatro por banco, y los centros
contaban, en total, con 13.835 metros cuadrados de almacén,
un 10 por ciento más, siendo la media de 1.257 metros
cuadrados por banco.
Álvarez ha recordado además que la federación de bancos de
alimentos se basa en el voluntariado y “se mueve por valores
fundamentales como la concienciación, la solidaridad, la
transparencia, la eficacia y la gratuidad”, así como que
recibe alimentos fundamentalmente de empresas productoras o
distribuidoras, empresas y particulares que los donan “en
perfecto estado”, de acciones como “operaciones kilo”, y de
situaciones “menos periódicas como decomisos realizados por
la Guardia Civil” o donaciones de cotos de caza.
Gran recogida de alimentos
El informe se ha presentado apenas unas semanas antes de que
se lleve a cabo la Gran Recogida de Alimentos, fijada para
el último fin de semana de noviembre —los días 27 y 28—,
para la que la federación se muestra optimista y espera que
se supere la cifra de alimentos recogidos respecto a 2014,
que fue de 3,7 millones.
Así lo ha trasladado el presidente de la federación, que ha
apuntado que “lo lógico sería acercarse o incluso superar
los cuatro millones” de kilos recogidos, y ha remarcado que
el incremento no puede ser “muy importante” por el número
“muy elevado” ya de supermercados que participaron en la
recogida el pasado año.
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