Creo que, algunos de los que han
ejercido y ejercen la política, en el imperante periodo
constituyente español, les ha quedado y queda muy bien el
traje de alta costura del régimen. Y aunque pertenezcan a
diferentes siglas, brillan las manicuras de sus botoneras
similarmente como las de los uniformes de los regímenes
totalitaristas. Pudiendo ser el caso de Mariano Rajoy,
porque aunque le caigan chuzos de punta, mantiene
públicamente su falsa compostura con su marcial sonrisa,
echando balones fuera...
El presidente del Gobierno, se ampara y recurre al imperio
de la Ley, para salvaguardar la integridad de España y la de
miembros de su partido... Sin embargo, a veces,
presuntamente tanto Rajoy como su Gobierno, no han velado
por el estricto cumplimiento de las leyes. Como así lo ha
expresado excusándose últimamente, por ejemplo, en
determinados foros o actos políticos celebrados, al decir
que “no han sido diligentes” a la hora de afrontar los
muchos posibles casos corruptos que afectan a su partido...
Ese arrepentimiento ya es tarde, Mariano, porque por
imperativo legal, lo que deberías haber hecho, es haber
actuado sin dilación alguna, desde el minuto cero que
juraste o prometiste por tu “conciencia y honor cumplir y
hacer cumplir las obligaciones del cargo de presidente del
Gobierno español”. Siendo vergonzante e indignante que, en
uno de esos foros, al ser preguntado qué es lo que quisiste
decir, en el mensaje que le mandaste a Bárcenas “Luis, sé
fuerte, hacemos lo que podemos”. Contestaste que, “como
cualquier ser humano, cometemos errores”.
Creo, Mariano, que tu proceder y el de tu Gobierno en ese y
en otros presuntos casos de corruptelas, que presuntamente
pringan hasta a la gaviota del logotipo de tu partido, no se
trata de simples errores sino presuntamente de algo peor…
Por ello, considero que, es muy desproporcionado por tu o
vuestra parte, utilizar la parte ancha del ‘embudo’ según os
interese.
Por consiguiente, más mentiras, falsedad e hipocresía no
valen al pueblo honrado y contribuyente español. No
extrañándome que, al estar el pueblo anestesiado y
atemorizado, que en esta ciega España política, tú y otros
con la misma catadura política como tú, seáis los poderosos
tuertos del sistema que nos habéis impuesto. Por ello,
parafraseando a Neruda “Me gustas cuando callas porque estás
como ausente. Todo te lo tragaste, como la lejanía, como el
amor, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio”.
Así que, no prometas, Mariano, hacer esto o aquello si ganas
las próximas elecciones. Porque para muestras tenemos las
consecuencias sufridas en estos cuatro años. Habiendo
llevando a una gran parte del pueblo a la más ruin de las
miserias. Por ello, cada vez que te veo aparecer en
cualquier medio de comunicación, se me revuelven las tripas,
al ser tu verborrea puñales que se incrustan en los
pentagramas de los sones melodiosos de la ciudadanía. Porque
algunos de los ‘errores’ presuntamente cometidos, por tu
parte y por la de tu Gobierno durante este ciclo,
posiblemente perturbaron la convivencia y el bienestar
social.
Por ello, creo que, los pueblos nunca han ser lo que quieran
sus políticos, sino lo que quieran sus criollos y
residentes. Sin embargo, existe mucha gente que aún no se ha
enterado de lo que está en juego. Porque las últimas
encuestas dan al PP ganador en las próximas elecciones del
20 de diciembre. No extrañándome que resulte Rajoy el más
votado porque, además, la rancia derecha es de piñón fijo y
no se apea de sus alforjas ni yugos. En cambio, la auténtica
izquierda española prosigue dividida en ramificaciones con
destino a ninguna parte, olvidándose de que la unión hace la
fuerza. Y es así como lamentablemente lo siento y expreso,
porque en esta ideología también existen castas políticas y
sindicales, que se han edulcorado a la sombra… del poder
imperante.
Consecuentemente, al ser nauseas vomitiva lo que me provocan
ciertos procederes políticos. Por día, me cuesta un gran
esfuerzo, ponerme delante de un folio para emborronarlo con
muñones de opiniones, acerca del discurrir político de esta
podrida España que no se sustenta por ningún flanco. Así
que, estimado lector, cuidado con la ‘cartera’, porque la
campaña electoral está sobrevolando sobre nosotros. Y como
no estemos concienciados de lo mucho malo acaecido en estos
últimos cuatro años. A partir del próximo ‘febrerillo el
loco’ de 2016, se nos van a atragantar los polvorones de las
navidades y hasta el rosco de reyes. Porque si Rajoy vuelve
a ser el presidente del Gobierno español, comenzará
nuevamente a recortarnos de lo poco que nos ha dejado para
sobrevivir en esta irracional jungla, donde las ‘gallinas de
los huevos de oro’ son para ellos y los ’cascarones’ para
nosotros.
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