La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta,
que preside del magistrado Fernando Tesón, ha dictado
sentencia condenatoria contra Yassni Z., el autor del
degollamiento de un agente de la Policía Nacional, en el
complejo rural Miguel de Luque.
Son ocho años y nueve meses por la tentativa de homicidio,
además de un año por robo con fuerza.
Yassni Z. es una persona de difícil catadura, pero su
preparación física y en artes marciales deja fuera de toda
duda la capacidad de hacer daño a terceros. Es de doble
nacionalidad, marroquí y suiza, y estuvo encargado de tareas
de seguridad y vigilancia en Suiza. También adquirió
adiestramiento en combate por parte del Mossad israelí.
Los hechos por los que se le juzgaba ocurrieron en el Miguel
de Luque. El policía nacional Juan Ferrer, uno de los
residentes en una de las cabañas del lugar, fue alertado por
la propietaria del complejo rural de que se estaban
produciendo ruidos en el bar-cafetería que se encuentra en
el lugar de los hechos. El agente se personó, de paisano y
fuera de servicio, en la zona.
En la puerta del local se encontraba Yassni Z., quien
sorpresivamente y por la espalda, le asestó un tajo en el
cuello que casi mata al policía.
Éste pudo refugiarse en la casa de la propietaria y fue su
esposa quien presumiblemente le salvó la vida, taponándole
la herida que sangraba profusamente.
Mientras tanto, los agentes de la Policía Nacional que se
personaron en el lugar de los hechos trataban de encontrar
al autor de los hechos, que se había dado a la fuga, armado.
Tras una búsqueda que duró varias horas, fue localizado en
una hondonada de dificilísimo acceso. Después incluso de
efectuar disparos al aire, el hombre fue detenido, no sin
oponer resistencia.
Se trataba de Yassni Z., quien había ido dejando a su paso
rastros de ropa ensangrentada.
El cuadro clínico que presenta Yassni Z. fue una de las
cuestiones de debate durante las sesiones de la vista oral
en la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en
Ceuta. Ya fue diagnosticado en Suiza de esquizofrenia, pero
además padece un trastorno bipolar de personalidad, amén de
ser maniacodepresivo.
Viajó a Ceuta, dejando en Suiza a su esposa e hijos, para
pasar unas vacaciones. En primer lugar se alojó en el Hotel
Tryp, pero posteriormente se mudó al complejo rural Miguel
de Luque.
Estuvo una semana, aproximadamente, sin tomar medicación y
abusando del alcohol y también de dosis de cocaína. Todo
ello le había convertido en una persona extremadamente
peligrosa, y así, en estas circunstancias, le cortó el
cuello al agente de la Policía Nacional Juan Ferrer.
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El condenado pidió perdón al agente policial
En el último turno de palabra que
le concedió el tribunal, Yassni Z. pidió perdón al agente
del Cuerpo Nacional de Policía al que hirió gravísimamente.
Era un hecho claro que, con dicha petición, admitía los
hechos de los que era acusado. Finalmente, la sala ha
entendido que es culpable de un delito de homicicio en grado
de tentativa.
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Medidas de seguridad en la Sección VI
Desde el primer momento, y dadas
las particulares circunstancias que concurrían en el caso de
Yassni Z., las medidas de seguridad se extremaron en la sala
de vistas de la Sección VI de la Audiencia Provincial de
Cádiz en Ceuta. Hasta seis agentes del CNP llegaron a estar
en la sala, habida cuenta de la potencial peligrosidad del
acusado, demostrada por los hechos que cometió.
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Un cuadro clínico muy complicado
Yassni Z. es un hombre que tuvo
que dejar de trabajar en Suiza debido al cuadro clínico que
se le detectó. Con posterioridad al fallecimiento de un
amigo se le diagnosticó esquizofrenia, una enfermedad mental
de carácter muy grave. En todo caso, el cuadro no era único,
ya que también sufre trastorno bipolar y es maniacodepresivo,
según se puso de manifiesto.
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Un hombre entrenado por el Mossad
El condenado es una persona muy
peculiar. Trabajó como jefe de servicios de seguridad en la
Embajada de Argelia en Suiza y también en organismos de
Naciones Unidas en la capital helvética. Por si fuera poco,
recibió adiestramiento específico en artes marciales por
parte de los servicios de inteligencia israelíes,
concretamente en el Mossad.
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