Buenos días, gente:
He pasado un fin de semana con tanta movida que ahora me
está pasando factura. No soy ningún jovencito como para
llevar un plan de acciones que requiere otra forma de
resistencia.
Recorrer Andalucía en plan de turista local y asistir a
actos sociales conlleva que admita comilonas que no debería
aceptarlas porque la digesta ya no es lo que era.
Bueno, no hablemos de lo mío y vayamos al grano.
No me han sorprendido las declaraciones de todo un ministro
de Asuntos Exteriores, del que se supone es el mejor
embajador de todos sus subordinados –por algo es el jefe- y
sabe comportarse mejor que nadie.
No me ha sorprendido, repito, porque otra cosa no podía
esperar de un político conservador de la derecha más
intransigente, la segunda después del franquismo.
Decir que lo que hacen los políticos catalanes es un GOLPE
DE ESTADO, aunque agregue el calificativo de institucional,
no deja de ser una estupidez que conlleva liar más el
problema en vez de solucionarlo.
¿Acaso lo que quieren hacer los catalanes es derrocar al
gobierno de España? ¿Quitar al rey o al presidente de su
sitio?. No, rotundamente no. Por lo tanto no se trata de que
pretendan efectuar un golpe de Estado.
Eso es lo que hicieron los de Franco, de los que son
descendientes natos casi todos los del PP y mitad de los de
Ciudadanos.
Hemos llegado a donde estamos por culpa de la intransigencia
de un partido, que ahora nos gobierna, que no ve más allá de
la punta de su propia nariz, en este caso del pico de su
gaviota representativa.
Con lo sencillo que hubiera sido permitir una consulta (no
un referéndum) nos habríamos ahorrado tanta vergüenza
mundial y nos hubiéramos centrados en salvar al país de
tantos sinvergüenzas como aún siguen viviendo y riéndose de
los ciudadanos.
¿Tanto miedo tiene Mariano Rajoy Brey como para pedir al
resto de partidos que le apoyen en un Pacto del Estado?
De los socialistas no quiero hablar, bastantes desengaños he
recibido de ellos como para confiar en un cambio
democrático, mucho menos cuando el actual pretendiente al
trono, Pedro Sánchez- se baja los pantalones ante quienes
tanto denigraron, denigran y denigrarán al PSOE, claudicando
ante el PP, admitiendo en sus listas a quienes les critican
y tratan de hacerlo desaparecer… ¡asco me da esta política!
Una política en la que gente de ese mundo y de UPyD insultan
a quienes se van del partido tachándolas de transfuguistas
sin pensar en que ese partido fue creado, precisamente, por
una transfuguista que había obtenido su efímera gloria
gracias, precisamente repito, al PSOE. Me refiero, como
todos ustedes sabréis, a Rosa Díez.
Hemos llegado a un nivel tal de degradación política, y no
solo en este país, que empiezo a creer que nunca tendremos
una verdadera democracia mientras sigan existiendo gente tan
soberbia, tan vanidosa y tan avariciosa que carecen del más
mínimo sentimiento de bondad.
Gobiernos que hacen leyes a su antojo, con las que permitir
enriquecerse más y más a los que no tienen realmente
necesidad de ello y más pobres a quienes no les han
permitido, al menos, enriquecerse culturalmente… no son
Gobiernos, son Tiranías con mayúsculas.
El auténtico Gobierno, el verdadero Gobierno es aquel que
lucha porque todos sus súbditos tengan lo mejor por igual,
no cuatro miserables ávidos de enriquecimiento lícito e
ilícito.
Ese Gobierno no existe. Existe un Club muy exclusivos de
hijos de puta sin sentimientos. No pido perdón por el
exabrupto, ya que hago uso de mi derecho de libertad de
expresión.
En fin, la vida sigue y yo también. Ya sin miedo a lo que
venga.
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