El Gobierno de la Ciudad tiene la lección muy bien aprendida
y no hay quien le saque de sus cuatros frases ensayadas, de
sus convenios vitalicios, o de sus proyectos de fábulas que
vende y luego no ejecuta. Me atrevo a opinar que la mayoría
de la población ceutí vive alejada de los movimientos
políticos, salvo quienes pasan necesidades o viven del
cuento de la lechera, en este caso del cuento del Partido
Popular. Es normal que quienes no tienen para comer acaben
flemáticos por la participación, pero lo que no es corriente
es que quienes tienen la capacidad de hacer conmutar la
realidad vivan en un túnel opaco y sin luz. Cuando esto
ocurre, algo estaremos haciendo mal.
Pero pongamos que hablamos del futuro de Ceuta, pensar en
eso en ineluctablemente preocuparse por la población
juvenil, también por la infancia. De esta última tengo mucho
que decir, pues no sólo trabajo con ella sino que he sido
testigo directo del desplante del Gobierno al negar el Plan
Integral que obliga la Administración Central. No, no ha
sido nunca un antojo o capricho del PSOE, pero de esta
materia ya tocará hablar en otro momento. Ahora me voy a
centrar en la población joven de Ceuta. Para ello, es
importante hacer un verdadero ejercicio de conciencia, sobre
todo después de los datos aportados por el Presidente del
Consejo de la Juventud de España.
Me cuesta creer que, tras la visita de Héctor Sanz, la
Ciudad no esté preparando un Plan de choque que reestructure
todo lo que se ha venido realizando hasta ahora, por muy
poco que sea, y se sitúe en alerta máxima. El viernes hubo
Consejo de Ecuestre, digo de Gobierno, y acaeció silencio
Institucional hacia una entelequia que nos acabará pasando
facturas.
Reproduzco literalmente lo citado por el Consejo de la
Juventud que aparece publicado en Ceuta al Día “ en la
actualidad el desempleo afecta al 67,5% de las personas
jóvenes ceutí. Según el Instituto Nacional de la Juventud (INJUVE),
entre 2009 y 2013 más de 723 personas jóvenes emigraron de
la ciudad. El informe cifra en 233 millones de euros las
pérdidas que, en los próximos 10 años, supondrá que continúe
el mismo ritmo de emigración por parte de miles de jóvenes.
Dicha cantidad resulta de sumar el gasto que ha invertido el
gobierno de Ceuta en la educación de las personas migrantes
así como la falta de recaudación impositiva al no trabajar
en el territorio. Esta cantidad estimada es semejante a todo
el presupuesto de 2015 para la Ciudad Autónoma. La carga
económica de las pensiones sobre los salarios ceutíes
llegaría a ser insostenible en el futuro y adoptando medidas
que mejoren la situación de la juventud ayudaría a reducir
esta carga. Si la situación de la juventud, con altos
índices de desempleo, emigración y de emancipación, continúa
igual, la fecundidad caerá considerablemente. Se agrava así
la situación de envejecimiento de la población muy acusada
en la actualidad. Igualmente, si aplicamos una serie de
medidas se podría evitar que 800 jóvenes ceutíes emigren en
los próximos 10 años. Esto supondría que varios cientos de
millones de euros invertidos en Ceuta se quedarán aquí y
redundaran en el beneficio de toda la sociedad”.
Pero no, parece que sólo a unas cuantas personas han sonado
estas referencias como auténticos martillazos contra los
tímpanos, y la indolencia de quienes nos gobiernan hace
enfurecernos hasta límites insospechables.
¿Dónde está el Plan Integral de la Juventud? ¿Se actualizará
el Reglamento? ¿Se potenciará el Consejo de la Juventud? ¿
Veremos relucir el bono de empleo joven? ¿Impondrán el
programa Regresa para traer a nuestra ciudad a quienes se
han ido? ¿Crearán más cooperativas para la construcción de
viviendas a bajo precio?; ¿Mimarán la Facultad, aumentarán
las carreras y potenciarán la formación práctica de los y
las estudiantes mediante acuerdos y convenios con distintas
Instituciones y Administraciones de nuestra Ciudad?
¿Existirá por fin un albergue en Ceuta? ¿Se fomentará el
ocio?
En definitiva, harán políticas de Juventud o el hecho de
tener una Consejería en esta legislatura es sólo nominal, ya
tengo mis dudas.
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