Me resulta difícil creer que
todavía haya personas que consideren que el cambio climático
que se está produciendo no tiene ya consecuencias
devastadoras. Me resulta difícil creer que haya gobiernos
que, a golpe de decreto, den la espalda una y otra vez a la
oportunidad de introducir medidas que hagan posible
contaminar menos, mejorar la calidad medioambiental.
Me resulta difícil creer que
nuestro Gobierno, el del PP, acabe de legislar el
autoconsumo con energía solar fotovoltaica -ideal para las
pequeñas empresas, comunidades de vecinos y familias- y lo
haga intentando evitar favorecer la oportunidad de
desarrollo de este tipo de energías y con ellas la
oportunidad de creación de un sector de actividad de
inevitable futuro y la creación de numerosísimos empleos,
además de reducir nuestras emisiones de CO2 y las
importaciones de crudo, sobre todo cuando nuestro país está
en el cuarto lugar con el recibo de la luz más caro de
Europa.
Todo para favorecer a grandes
empresas, grandes oligopolios que solo buscan grandes
beneficios por encima de todo. ¿Qué dirá nuestro presidente
en la próxima Cumbre del Clima en París organizada por la
ONU? Ya rectificó con lo que le dijo su “primo”,
¿rectificará también ahora?
El decreto aprobado por el
gobierno disuade a cualquiera que esté interesado en el
autoabastecimiento energético. Países como Japón, Bélgica,
Alemania, Portugal, Italia, etcétera, favorecen el
autoconsumo. Sin embargo con la aprobación de este real
decreto, nuestro país da un paso atrás y lo hace con todos
los partidos de la oposición en contra, grupos ecologistas y
asociaciones de consumidores. Lo manifiestan con expresiones
como: “Nos roban el sol”, “España envía un mal mensaje
internacional a todo el mundo”, “Impuesto al sol” y “España
da la espalda al sol”. Éstos son una pequeña muestra.
|