Nuevamente la Ciudad Autónoma ha
decidido hacerse cargo de alumnos que por la situación
económica de su familia están en condiciones de acudir a los
comedores escolares pero que han quedado fuera del paraguas
de las becas del Ministerio de Educación. Una postura que
demuestra la apuesta decidida del Ejecutivo por atender a
los pequeños más desfavorecidos, que deben ser la prioridad
tanto para el área de Asuntos Sociales como para la de
Educación. La iniciativa no es nueva, pero no por ello deja
de ser menos valiosa. Ya se llevó a cabo el año pasado
después de los problemas que al inicio de curso hubo con el
pago del dinero para que funcionaran los comedores por parte
de Madrid. Entonces, y una vez arreglado el problema inicial
al que hizo frente la Ciudad, el Gobierno decidió hacerse
cargo de aquellos niños a los que no podía atender el
Ministerio de Educación. La medida, que ya cumple dos
cursos, debe tener vocación de continuidad pues la
importancia de que los niños con menos recursos coman no se
puede cuantificar. Y es que, desde los colegios también es
importante impulsar la ayuda a quienes más lo necesitan. Los
centros escolares son el nexo de unión de los niños con la
realidad que los rodea y desde el Gobierno son conscientes
de ello. Así, medidas como esta ayudan a los menores a
superar un día a día con obstáculos que a ellos les vienen
sobrevenidos y que no tienen que ser un impedimento para su
desarrollo. Las becas comedor de la Ciudad Autónoma se han
convertido en un recurso valioso, tanto durante el curso
escolar como en verano, que hay que impulsar, reforzar y al
que hay que darle continuidad. No hay que olvidar, que para
muchas familias, estas becas suponen que sus hijos tomen un
plato de comida caliente al día. Un bien imprescindible para
cualquier menor que se debe garantizar.
|