Ceuta es un punto caliente del
tráfico de drogas entre Marruecos y la península, pero
gracias al trabajo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del
Estado se está poniendo coto a esta actividad ilícita.
La última prueba de ello es
la operación realizada a principios de octubre por la UDYCO,
en colaboración con la Brigada Central de Estupefacientes y
Vigilancia Aduanera de Algeciras, que se ha saldado con la
incautación de media tonelada de hachís y la detención de
implicados en una red de narcotráfico. Un trabajo que, lejos
de ser fruto de la casualidad, es una tarea ardua y difícil
en la que los agentes llevaban meses trabajando. El
objetivo, no sólo es truncar un pase de droga, sino acabar
con la raíz de un problema profundo y manejado por unas
mafias que trabajan en la sombra. Con tesón y mucho
esfuerzo, en los últimos dos meses desde la UDYCO han
culminado dos operaciones importantes. La primera, en plena
operación feriante, que acabó con una red de narcotráfico
que operaba desde Granada y evitó el pase de cinco toneladas
de hachís hacia Algeciras en remolques de la feria. Ahora,
la segunda, ha atacado otro modus operandi: el de las
embarcaciones de recreo. Nadie es inmune en el Estrecho y
operaciones como esta lo demuestran. Cualquiera que sea el
cauce, desde los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado
están alerta para luchar contra el narcotráfico. Una lucha
en la que también colaboran, y deben hacerlo, otros
organismos, como en este caso ha sido Vigilancia Aduanera de
Algeciras. Y es que, esta debe ser una lucha sin cuartel
contra el negocio de la droga y toda ayuda es poca. Por
ello, la vía de la colaboración se debe explotar al máximo.
El camino es duro y todavía queda mucho por delante. No
obstante, con operaciones como la llevada a cabo a
principios de octubre se demuestra que los narcotraficantes
no pueden campar a sus anchas como pueden creer algunos de
ellos.
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