El Club de Tropas acogió en la
mañana de ayer, la conmemoración del 40 Aniversario de la
Cruz Blanca. Sin duda, fue un acto emotivo que en todo
momento estuvo presidido por su fundador, el Hermano Isidoro
Lezcano, que a pesar de no estar presente, si que tuvo un
especial recuerdo por tantas cosas buenas como hizo en su
paso por la tierra tras su encuentro con Dios.
Entregado a vivir por el prógimo,
el Hermano Isidoro, sembro una semilla que aún se sigue
cosechando a base de una Fundación que trabaja diariamente
por el bienestar de las personas dependientes y que por
motivos de la historia necesitan ser acogidas por una
familia. Y esa familia son los hermanos y componentes de la
Fundación de la Cruz Blanca, que a lo largo de estos 40
años, han conseguido dar vida a aquellos que creían no
tenerla.
Hasta las dependencias del Club
Tropal se desplazaron todos los integrantes de la
corporación municipal, encabeza por el presidente de la
ciudad, Juan Vivas. También estuvieron presentes el Delegado
del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurul, el director del
Ingesa e Incerso, el Coronel de la ULOG y una representación
del CERMI.
La iglesia también estuvo
representada con la presencia del arzobispo de Tánger, el
vicario parroquial y varios sacerdotes de la ciudad.
Además, el salón del club estaba
repleto de trabajadores y usuarios que forman parte de la
Cruz Blanca y que dieron colorido a una jornada de
reconocimiento a la gran labor que viene realizando la
fundación a lo largo de tantos años.
Tras una breve introdución, se
proyecto un video en en el que rendía homenaje al fundador y
a los inicios de Cruz Blanca.
Hay que recordar que la
institución religiosa fue oficialmente constituida el jueves
santo de 1975 en Tánger (Marruecos) de la mano del que fuera
arzobispo de esa ciudad, el hoy Cardenal Carlos Amigo
Vallejo, con la consagración como frailes de la orden
franciscana de Isidoro Lezcano y del otro fundador, Isidoro
Macias, más popularmente conocido como “Padre Patera” por su
conocida su labor con los inmigrantes en la vecina ciudad de
ALgeciras.
Tras el acto, se proyectó un video
en el que participaron todos los integrantes de la Cruz
Blanca. Fue sin duda el gran momento de la mañana y el que
arrancó los aplausos de todos los presentes, incluidos el
presidente de la ciudad, delegado, consejeros y componentes
de la comunidad franciscana.
Una vez concluido el acto, se pasó
a los exteriores del Club Tropal, lugar en el que se
realizzó una enorme paella para todos los presentes y en el
que se vivieron momentos de fraternidad y convivencia.
La celebración estuvo amenizada
por música y bailes, del que fueron participantes los
mayores y familiares.
Lástima que las inclemencias
del tiempo jugaron una mala pasada y obligó a tener que
desmontar la zona de ocio para la fiesta. En este caso, no
sirvió para nada que el fundador de la orden, isidoro
Lezcano, fuese meteorólogo en Ceuta desde 1960. Pero seguro
que desde el cielo y en presencia de muchos hermanos que
también partieron junto al padre, disfrutaron de una jornada
llena de amor y comunión.
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