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Ceuta, nuevamente, acoge unas
jornadas de interés nacional que en esta ocasión abordarán
la intervención psicológica en emergencias.
Profesionales de distintos
cuerpos e instituciones de todo el país se encuentran en la
ciudad para poner en valor un trabajo imprescindible y,
aunque es frecuente que pase desapercibido, es fundamental
cuando se produce una catástrofe o un accidente en el que se
ven involucradas decenas, centenares o incluso miles de
vidas. La atención psicológica es un aspecto que hay que
reforzar para atender a las víctimas de situaciones como las
que se vivieron en Ceuta con el accidente del ‘Millenium
Dos’. Nadie está preparado para someterse a momentos de
estrés tan intenso como sucedió en este caso y ante esto es
importante contar con un equipo formado que sepa tender una
mano a víctimas desorientadas y destrozadas. Además de
actuar, ante todo, para salvar una vida, es importante que
los equipos de emergencias sepan atender también el ánimo de
quienes han sufrido un trauma profundo. Y es que, estos
sucesos marcan para toda la vida y bien lo saben los
profesionales que estos días se concentran en Ceuta para
hablar sobre cómo avanzar en la intervención psicológica en
emergencias. La atención inmediata reduce de forma
significativa el impacto traumático de una persona y, en
consecuencia, los síntomas y trastornos que suelen requerir
atención psicológica posterior. Atender una crisis de esta
envergadura a tiempo puede suponer ayudar a una persona a no
tener un trastorno crónico y por ello hay que avanzar en
este camino con paso seguro y sin demora. Algo que con
jornadas como las que desde ayer se desarrollan en Ceuta se
está consiguiendo. No obstante, el camino es largo y no hay
que cejar en el empeño de mejorar la atención psicológica a
las víctimas de sucesos catastróficos.
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OPINIÓN / EDITORIAL
