Te marchaste como querías, “ en silencio y sin dar la lata”.
La VIDA , a veces, se convierte en un imposible. Ha ce tan
sólo tres día que nos vimos por última vez ( aunque no me
gusta utilizar este término). Hoy es 12 de Octubre. Cuando
he cogido el periódico, no he podido por más que
emocionarme, llorar, ante tu terrible pérdida. Tú,
AFRIQUITA, que eras toda alegría, ternura y simpatía, nos
has dejado.
Nada me podía hacer pensar que en
tan poco tiempo, iba a dejar de verte para siempre,
“físicamente” claro, pues estarás eternamente en mi corazón
y pensamiento.
No sabía cuál había sido el motivo
de tu fallecimiento; hoy, 13 de Octubre, “en tu despedida”,
he quedado informada: te quedaste dormidita, como tú
querías; tu corazón se paró y no te diste ni cuenta; como tú
deseabas, “ para no joder a los demás”.
Cuando te vi, y ya te he dicho,
hace tan sólo tres días, yo venía del Ambulatorio del
Recinto, serían como las 9:30 de la mañana, entré en una
entrañable cafetería, donde mas de una vez coincidimos; ahí
estabas tú, con tu simpatía, sonrisa y tus ojos azules y
pelo corto ubio, rodeada de unas cuantas señoras. Como
siempre, nos alegramos de vernos. Te pregunté por tu salud y
me dijiste que bien, aunque yo sabía de tus múltiples
dolencias, entre ellas, el tedioso azúcar; pero lo llevabas
todo bien, mejor dicho, lo sobrellevabas pues estabas dotada
de un gran sentido del humor y la alegría no te faltaba. Me
comentaste que ibas al “Centro de Salud” del que yo venía,
pero por algo rutinario, no le diste más importancia.
Siempre recordaré nuestras
múltiples charlas cuando nos veíamos por la Calle Real,
sobre todo a la altura de la Calle Echegaray. Sentada en un
banco y con tu típico bastón o muleta ( no recuerdo bien),
me ponía a tu lado y comenzábamos a contarnos cosas y más
cosas, anécdotas, poníamos al Gobierno por las nubes y a
veces, los “tacos”, nos salían un detrás de otro. Éramos así
( y ALLÁ ARRIBA, seguirás siendo igual).Como decía mi padre
ya fallecido hace años ”Mientras rajo es porque estoy vivo”;
y yo hago como él; tú hacías lo mismo. Te echaré mucho de
menos, mi querida AMIGA.
Recuerdo una vez hace años , que
el Doctor Fossati, cirujano ( Miki pata la familia, ya que
somos amigos de infancia) me operó los lóbulos de las
orejas, ya que los tenía rajados e ponerme pendientes
largos. Tú le ayudaste ya que fuiste trabajadora durante
bastante tiempo en el Hospital Militar. Cuando me viste
aparecer le dijiste a Miki: “Mira quién viene por ahí”. Nos
reímos mucho durante la operación, con el tema de que
tendría que llevar unos grandes esparadrapos en ambas orejas
( y ese año salía como penitente en mi “Cofradía de las
Penas”. Más nos reímos de imaginar cómo iba yo a aguantar el
capirote).
En el “Teatro el Revellín”, hemos
coincidido alguna que otra vez. Recuero la tarde – noche del
16 de Diciembre de 2.012, cuando un grupo de “cantantes
negros” de “GOSPEL” venidos desde Londres, hizo las delicias
de todos ese domingo. El teatro estaba a rebosar. T
yo estaba en la primera fila con
mi madre y tú en la segunda con tu hermana Araceli y alguna
sobrina. Todos flipamos con el espectáculo y estuvimos
bailando sin parar; tú estabas que te salías. Después
comentamos el espectáculo “único en Ceuta”, comentamos.
Me ha ocurrido algo. Hoy 12 de
Octubre, tenía que haber viajado a Algeciras para a
continuación ir al médico a Cádiz-Anoche, 11 de Octubre, me
sentí muy mal. No sé lo que me pasó. Sentí como un gran
bajón y vacío, y mucha tristeza, de tal manera que no podía
ni escribir ni leer ni ver la T.V. Esto en mí es normal. Es
como una premonición de algo que va a pasar o está pasando,
sin yo saber de qué va. Esta mañana 12 de Octubre, decidí
que anulaba mi visita al médico, ya que psíquicamente, no me
encontraba en condiciones. Es más, estuve todo el día
dormitando sin comer ni nada. Cuando alrededor de las 6 de
la tarde me levanté para comer algo, cogí´´ “El Faro” y “El
Pueblo”, como cada día. Leí tu “esquela mortuoria” y quedé
estupefacta. Entonces comprendí que mi estado anímico del
día anterior era como un “aviso”, como una llamada a mi
corazón, de que yo tenía que quedarme en Ceuta “para
despedirme e ti”.
Te echaré de menos. Echaré de
menos esos “tacos” tan tuyos que a dúo decíamos cuando
despotricábamos del mundo que nos rodeaba y sus mentiras.
Recordaré tu ternura, tus ojos azules, tu simpatía y agrado
con todos, de todas las edades y condición. Y sobre todo te
recordaré sentada en ese banco de la Calle Real, para no
cansarte mucho, pero desde el cual seguías tu incansable
lucha.
Querida y entrañable AMIGA. PEACE
AND LOVE. Te quiere HERMY
* Maestra
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