A veces, por obvias, las cosas y
los gestos no dejan de ser necesarios. Este es el caso del
respaldo a los trabajadores públicos que, cuando se ven
señalados, merecen que se dé la cara por ellos y así ocurre
con los de Emvicesa. En ellos recae gran parte de la
responsabilidad de estar de cara al público y por ello se
han visto expuestos a situaciones muy incómodas y duras
desde que saltó a la palestra el escándalo de las 317 VPO de
Loma Colmenar. Pero, no hay que olvidar, que todo su trabajo
está dirigido en última instancia por los políticos. Así, se
presupone la honestidad y la dignidad de la labor que
desempeñan. Sin embargo, han sido muchos los rumores y dedos
que han apuntado hacia ellos y han puesto en duda esta
honestidad que ahora el PSOE defiende en una nota de prensa,
y que ya defendió el ex gerente de Emvicesa, Antonio López,
en su primer comunicado público. El líder de la oposición,
aunque ha tardado varios meses, ha roto una lanza en favor
de estos trabajadores que, a pesar de depender de la
administración, no han contado con una manifestación pública
de apoyo de la misma. El respaldo se hace necesario en casos
como estos para defender un trabajo que, ante todo, debe
quedar al margen de las batallas políticas. Si la gestión
del Gobierno debe ser transparente, más aún debe serlo el
trabajo de unos empleados que no están sujetos a intrigas de
pasillo, sino que cada día van a sus puestos de trabajo para
cumplir con el servicio de atención al ciudadano. Así, tras
los muchos rumores que han circulado en torno a la
adjudicación de viviendas públicas y el posible cobro de
comisiones para obtener una, no sólo hay que defender la
honorabilidad del político, sino la del trabajador que ve
cómo su trabajo queda empañado por intereses que van más
allá. Y es que, estos rumores son acusaciones demasiado
graves como para permanecer impasibles.
|