En una testificación bastante fría, la propietaria del
complejo rural ‘Miguel de Luque’ dijo que el acusado de
degollar a un policía nacional el 15 de septiembre de 2015
era “bastante conflictivo”.
Se refería a Yassni Z., un ciudadano de nacionalidad suiza
que está siendo juzgado en la Sección VI de la Audiencia
Provincial de Cádiz en Ceuta por tentativa de homicidio y
robo con fuerza. Al parecer degolló a un agente del Cuerpo
Nacional de Policía fuera de servicio que también, al igual
que el acusado, ocupaba una de las cabañas que forman parte
del complejo rural.
“Hola”, saludó, volviéndose al acusado cuando le indicaron
si le reconocía. Yassni Z. no le contestó. Sorprendió la
frialdad de la testigo, máxime cuando el policía fuera de
servicio que resultó gravísimamente herido cayó exánime en
su propia casa cuando huía del presunto autor de la
tentativa de homicidio.
El Ministerio Fiscal solicita siete años de cárcel por
homicidio en grado de tentativa así como dieciocho meses de
prisión por robo con fuerza. Mientras tanto, la acusación
particular reclama trece años de cárcel por tentativa de
homicidio y tres por robo. La defensa reclamará eximente
incompleta para el acusado por entender que tenía sus
facultades mentales mermadas por un trastorno.
El juicio atravesaba ayer su tercera jornada de
testificaciones ante el tribunal que preside el magistrado
Fernando Tesón, únicamente con las comparecencias de la
propietaria del complejo rural ‘Miguel de Luque’ y de uno de
los arrendatarios de las cabañas, que encontró al presunto
autor de la gravísima agresión a un agente del Cuerpo
Nacional de Policía dentro de su cabaña y al que le dio un
cigarrillo y dos botellas de cerveza, después de que éste se
las solicitara.
Hay que recordar que el policía herido sufrió un corte de
cuchillo en la parte izquierda del cuello, así como heridas
de arma blanca en la mano izquierda, región intercostal en
la zona del corazón y también en la parte lumbar derecha,
así como el estallido de un testículo.
La mujer que testificó ayer admitió que llamó por teléfono
al policía nacional que habitaba con su esposa una de las
cabañas en alquiler en el complejo rural después de oír
ruidos en el bar que hay en el lugar, entendiendo que se
estaba produciendo un robo.
Sí que aportó que la Policía -entiéndese que la Policía
Local- había traído previamente a Yassni Z. de algún lugar
“y lo dejaron” en el complejo rural. Así las cosas, al cabo
de media hora de producirse este hecho, es cuando se
despierta al escuchar ruidos y llama a la Policía Nacional
al creer que se estaba produciendo un robo en el bar del
complejo. Al tiempo, avisa al policía nacional que vivía
allí en una cabaña junto a su esposa y le indica que cree
que están robando en el bar.
“No te preocupes”, le habría dicho el policía fuera de
servicio, que se acercó al bar. “Me llamó y me dijo que
efectivamente habían entrado” para robar en el
establecimiento.
La mujer indicó que el agente policial le dijo que era “él”,
en referencia a Yassni Z. el supuesto autor de la brutal
agresión con un cuchillo y golpes que salió vivo de un
incidente que podría haberle costado la vida.
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El acusado entró en una cabaña a pedir un cigarrillo y dos
cervezas
El segundo testigo que declaró
ayer en la causa que se sigue contra Yassni Z. por haber
degollado y causado otras lesiones a un policía nacional
fuera de servicio en el complejo rural ‘Miguel de Luque’ no
aclaró demasiado en torno a las circunstancias del delito.
Sí que puso de relieve que encontró al acusado, sobre las
05.00 horas, en el interior de su cabaña -la del testigo- y
que, sorprendido, le preguntó qué quería. Éste le habría
dicho que necesitaba que le diera un cigarrillo y cerveza.
El testigo indicó que aún bajo el estado de sorpresa que le
embargaba, le ofreció un cigarro y dos botellines de
cerveza. El acusado los cogió y se marchó.
En todo caso dijo que tenía “miedo” porque se había Yassni
Z. se había introducido en su casa.
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