Marruecos ha aumentado las redadas contra subsaharianos tras
la entrada de 87 personas a Ceuta el pasado sábado. Las
autoridades marroquíes se han propuesto con más ahínco
alejar a los inmigrantes de las fronteras españolas: primero
fue Melilla, después Tánger y ahora los alrededores de
Ceuta.
Redadas
Además de las redadas en los montes próximos a Ceuta, las
fuerzas de seguridad marroquíes también se pasaron por el
barrio tangerino de Boukhalef, donde los inmigrantes han
denunciado agresiones de la policía. “Apenas queda gente
viviendo en los apartamentos, pero por las noches vienen
muchos para pasar un rato con los amigos que tienen casa”,
comenta Marie, camerunesa. En la ciudad de Tánger, varios
inmigrantes fueron arrestados cuando caminaban por la calle,
en pleno centro.
Libia
La estrategia de desanimarles y cerrarles salidas está dando
resultado entre los que llevan más tiempo en Marruecos, que
ya piensan en volver por donde vinieron, trabajar un tiempo
en Argelia e intentarlo por Libia, hacia Italia. Otros
preguntan por los vuelos de retorno para intentar volver a
sus países. Pero siguen llegando a través de Oujda, cada
semana.
“La mayoría de los chavales están partiendo rumbo a Libia.
Piensan que, desde allí, les será más fácil llegar a Europa
por Italia”, cuentan entidades sociales de Nador “Esto cada
vez es más desesperante. Estamos perdiendo nuestras vidas en
una frontera por la que jamás nos dejarán pasar. Europa no
nos quiere dentro”.
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