Tras los primeros indicios adelantados en la noche del
lunes, la jornada de ayer confirmaba que el motivo que
provocó el incendió en el monte de la tortuga, fue unas
maniobras que estaban realizando miembros del ejército con
ejercicios de tiro.
Así lo confirmaba en la mañana de ayer, el propio portavoz
del Gobierno, Jacob Hachuel, quién señaló que “las causas
están claras y fueron unas maniobras del ejercito. El propio
ejercito tiene un protocolo de actuación y medios con los
que atajar un problema de este tipo, pero había demasiado
viento y la arboleda estaba muy seca”. Añadiendo que “con
sus propios medios se les empezó a ir de las manos y
solicitaron los medios de la ciudad”.
Ante esta situación, Hachuel asegura que “hay un compromiso
formal por parte de la Comandancia General de repoblar
inmediatamente toda la zona que ha quedado quemada”.
Insistiendo que “el presidente de la ciudad, ha mostrado la
intención de insistir en este punto para que se lleve a cabo
en cuanto la naturaleza lo permita”.
Acerca de si se abrirá un expediente al Ministerio de
Defensa, Jacob Hachuel comentaba que “eso es cuestión de la
autoridad militar y del Gobierno en cuando sepamos realmente
todos los pormenores, las razones y el por qué de cómo
ocurrieron las cosas. En estos momentos tenemos la certeza
de que todo fue motivado por las maniobras, pero tampoco
sabemos si ha habido algún tipo de temeridad. Lo que si
sabemos es que los medios adecuados y el protocolo lo tenían
para hacer las maniobras. Otras cosa es que se les ha
escapado de las manos y habrá que estudiar el por qué”.
Sin embargo, el consejero de Medio Ambiente, Emilio
Carreira, fue ayer más contundente al firmar que no estaba
seguro de que se cumplieran todos los protocolos, no
descartando abrir un expediente, para lo que ha solicitado a
los biólogos de Obimasa que elaboren un informe y saber qué
valor tiene la zona calcinada y cuál fue la causa del fuego.
Hay que recordar que la Ley de Montes prohibe al resto de la
ciudadanía hacer cualquier tipo de actividad que pueda
conllevar un riesgo de incendio. Es el objeto de esta ley
constituirse en un instrumento eficaz para garantizar la
conservación de los montes españoles, así como promover su
restauración, mejora y racional aprovechamiento apoyándose
en la indispensable solidaridad colectiva. Así señala que
cuando los hechos constitutivos correspondan a uba
infracción grave que haya causado al monte daños, la sanción
prevista en esa Ley es de un millón de euros de 1.000.000
euros o, en su caso, el valor de reponer lo dañado si fuera
superior.
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