Continuando con la columna
publicada en El Pueblo de Ceuta con fecha 1 de agosto de
2015, la nueva situación creada en Europa con las oleadas de
refugiados musulmanes fruto, no solamente pero en buena
medida, de la cruel guerra civil en Siria, ahonda el peligro
de infiltración en el Viejo Continente de células
yihaterroristas procedentes de Oriente Medio emboscadas tras
el estatuto de refugiados. Es ya un secreto a voces en
medios de la comunidad de inteligencia, que el Estado
Islámico (o DAESH en su acrónimo árabe) estaría aprovechando
tácticamente la situación generada para instalar decenas de
células durmientes a lo largo de Europa, listas para atentar
en el momento oportuno. Por lo demás, el marchamo ideológico
“salafista” de buena parte de los acogidos, no hace si no
complicar en grado sumo el problema. Dos buenas “razones”
para que, salvo Jordania y Turquía forzadas por su vecindad
geográfica al conflicto, el resto de países árabomusulmanes
(“hermanos” teóricamente en religión) rechacen como gatos
escaldados la posibilidad de acoger a centenares de miles de
estos refugiados: desde Marruecos, que controlaba estos días
en Nador a más de mil sirios mientras éstos intentaban
cruzar a Melilla (Mohamed VI ha sido taxativo: “Marruecos no
es un país de asilo”), hasta el caso más flagrante de Arabia
Saudí, país que dispone de espacio, fondos económicos y
miles de grandes “jaimas” equipadas con aire acondicionado
para albergar en condiciones mínimamente dignas a centenares
de miles de estos refugiados.
Volviendo al área que nos ocupa, la República federal de
Bosnia y Herzegovina (independientes desde 1992), nos
encontramos que al igual que en Kosovo (estado por cierto no
reconocido por España) una gran parte de los imames de las
mezquitas son educados, financiados y controlados por los
petrodólares saudíes y, por tanto, adiestrados cultural y
religiosamente en la rama más radical y fanática del Islam,
el wahabismo hambalí. Dando un salto y a título de
reflexión, mismamente en Ceuta o Melilla así como en el
resto de España, ¿sabemos realmente cuantas mezquitas o
asociaciones culturales están penetradas y en buena medida
financiadas por Arabia Saudí....?
Investigadores como Vlado Azinovic, profesor de Ciencias
Políticas en la Universidad de Sarajevo o periodistas
(además de teólogo del Islam) como Mehmed (Mohamed) Jusic,
han alertado de la magnitud del problema en estudios como
“La llamada de la guerra en Siria y el contingente de
combatientes extranjeros”, poniendo el dedo en la llaga al
señalar la fijación que ésta ha despertado en medios
salafistas y radicales bosniacos, en principio no demasiado
numerosos (unas cuatro mil personas) para una población
total de 3,8 millones de habitantes (2014) repartida entre
bosníacos (bosnios musulmanes, 45%), bosnio-croatas (90% de
religión católica y 18% de la población total) y
serbo-bosnios (cristianos ortodoxos, 32%). En síntesis, el
50% de la población sería cristiana y el 40% musulmana. Sus
fuerzas armadas son obviamente mixtas y disponen de unos
20.000 miembros, 1/4 parte de ellos en la reserva.
Quizás sea ilustrativo bucear en las raíces del problema. En
palabras del profesor Azinovic, “Desde el principio de la
guerra en Bosnia Herzegovina (1992-1995), la ideología del
islam radical fue introducida por los combatientes
extranjeros venidos de países occidentales o musulmanes,
alistados en el ejército bosniaco. Ellos han propagado la
idea de que si los musulmanes bosnios habían sido las
mayores víctimas de la guerra era porque ellos no habían
sido `buenos musulmanes`(sic). Veinte años después de la
guerra, esta idea ha tomado carta de naturaleza entre los
bosniacos. Toda una nueva generación ha sido educada en esta
ideología”.
Paréntesis: asociar la idea de no ser un “buen musulmán”
(sic) a la decadencia política y económica y por ende a la
pérdida de territorio, es una explicación “clásica” y muy
actual que hoy “explican” muchos pensadores musulmanes como
explicativa de la pérdida de Al-Andalus... ¿Curioso no les
parece?
Bien, por su parte uno de los más cualificados líderes de la
comunidad salafista bosniaca e imam en Osve, Izet Hadzic,
echa balones fuera achacando sin más al Estado la
responsabilidad en la marcha de más de 400 jóvenes bosniacos
para integrar las filas del Estado Islámico (EI). Sin
pararse en reflexionar sobre las raíces de la movilización
ideológica que les sustenta, Hadziz comenta lo fácil que ha
sido pasar a Siria desde Turquía, pues un billete de avión
desde Sarajevo a Estambul “no cuesta más de 100 euros”. No
obstante, Hadziz se muestra beligerante con el Estado
ISlámico (EI), comentando haber recibido serias amenazas
tras colgar en Youtube un video (véase entre otros
www.youtube.com/watch?v=gWUt1xdx3Qw) en el que advertía a
los bosniacos (bosnios musulmanes) que “no estaban
autorizados a cometer actos terroristas” (sic), amenazas que
afirma haber puesto en conocimiento de la policía.
En cualquier caso y como respuesta al menos legal al
problema, Bosnia y Herzegovina han desarrollado una ley
penal que castiga severamente la formación o adhesión a
unidades paramilitares extranjeras. Un paso sin duda en la
correcta dirección, aunque me temo que insuficiente. Solo
desde 2014 y en Sarajevo, las autoridades han detenido a más
de 20 activistas relacionados con la captación yihadista.
Mis últimas noticias son que una numerosa población de
refugiados sirios ha encontrado asilo en el seno de la
comunidad bosniaca, reforzando demográficamente en algunos
lugares las filas del salafismo. Lo que en principio podría
pasar por una mera y loable política humanitaria, podría dar
lugar con el tiempo a desagradables sorpresas. En Austria,
los servicios de inteligencia ya han dado la señal de
alarma. Bosnia y Herzegovina tienen todas las cartas para
convertirse en una base yihadista en plena Europa. La
continua compra de tierras y casas en zonas aisladas
rodeadas de agrestes montañas y tupidos bosques o en
pequeñas villas fáciles de enlazar entre sí (casos de Osve,
Gornia Maoca, Dubnica..., en las que ya ondeó la bandera
negra del Estado Islámico), formaría parte de una cuidada
estrategia de infiltración y asentamiento. Liquidez, lo que
es dinero, no falta..
Mientras, en las filas del Estado Islámico (EI) los
bosniacos no dejan de morir: en 2014 dos al menos se
inmolaron en Irak y éste año, que se sepa, cinco han caído
en Siria.
Desde Libia y Siria, el Estado Islámico (EI) proyecta su
tenaza sobre una estúpida Europa... mientras desde el otro
lado del Atlántico se frotan las manos con el sangriento
enredo artificialmente creado... Juegos de guerra. Y la OTAN
en el papel de tonto útil, utilísimo...
Haya salud.
Visto.
|