La AD Ceuta sumó un punto el
sábado frente al Écija Balompié en un partido en el que tuvo
que jugar la última media hora con un jugador menos. El
equipo caballa, que no fue capaz de traducir en goles su
superioridad sobre el cuadro astigitano durante el primer
tiempo, se quedó sin Jesús García Villatoro en el 63’,
cuando el ceutí apenas llevaba ocho minutos sobre el terreno
de juego. Una pugna de balón con un rival supuso que el juez
de línea terminase interpretando agresión del jugador
caballa, siendo expulsado con la roja directa.
Aunque reconoce que en dicha
jugada “le doy con el pie”, Villatoro asegura que la acción
“no es para la roja”. “Quiero ver las imágenes para ver cómo
se interpreta desde fuera, pero ni mi intención ni mi acción
fueron de agresión”, aseguró. El ceutí lamentó que el equipo
tuviese que afrontar buena parte del segundo tiempo con un
jugador menos, sobre todo porque “las opciones de ganar se
redujeron mucho”. Máxime cuando, haciendo un gran esfuerzo,
consiguió superar su lesión para estar disponible en este
importante partido.
“La verdad es que solo puedo
sentir impotencia. Estuve trabajando durante toda la semana
para intentar recuperarme de la contractura, e incluso me
infiltré para llegar al partido. Y después apenas estoy diez
minutos porque me expulsan. Ahora espero que en el vídeo
quede claro que no fue una agresión para recurrir”, afirmó.
Respecto al partido, Villatoro
reconoció que durante el primer tiempo “contamos con varias
ocasiones muy claras para llegar al descanso con ventaja, y
sin embargo ellos, en la única de todo el primer tiempo, nos
marcaron”, admitiendo igualmente que “en la segunda parte, y
ya con uno menos, era muy difícil conseguir los tres puntos,
por lo que tenemos que valorar el empate”.
“Nos fuimos con la sensación
de haber merecido más, pero no podemos olvidar que hemos
empatado en un campo complicado como el ‘San Pablo’, en el
que se escaparán muy pocos puntos, y eso tiene mucho
mérito”, declaró Villatoro, que también destacó el hecho de
que el Ceuta continúa sin haber perdido ningún partido,
admitiendo que “ahora tenemos que ganar el próximo en casa”.
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