El portavoz del Gobierno, Jacob
Hachuel, criticó ayer a los medios de comunicación de la
ciudad por el tratamiento periodístico dispensado al caso
Loma Colmenar, siguiendo la estela dejada por Caballas un
día antes. En este sentido, nunca viene mal hacer
autocrítica. Quizá debamos analizar las debilidades de
nuestro periodismo, con la humildad suficiente para aceptar
las críticas. Una de esas debilidades podría ser el
priorizar las declaraciones de los políticos a costa de
asuntos mucho más relevantes. Nuestros periodismo es cada
vez más declarativo. De hecho, el leitmotiv de muchas
noticias -en televisión, radio o prensa escrita- no es tanto
un acontecimiento como las declaraciones de turno de un
político. Y las ruedas de prensa de los portavoces de los
partidos se convierten automáticamente en noticia.
Sin embargo, en esta ocasión las críticas tanto del Gobierno
como de Caballas nos parecen tremendamente injustas, porque
el tratamiento periodístico que todos medios comunicación de
Ceuta (unos con más pluralidad que otros) están dispensado
al caso Loma Colmenar, es por encima de todo prudente, uno
de los adjetivos preferidos del Gobierno en los últimos
días. Si la imagen de ambos se está viendo dañada ante la
opinión pública, pareciendo que los culpable son ellos, no
es precisamente culpa de los medios, sino responsabilidad de
ellos mismos. Al menos en un altísimo porcentaje. Afirmar
que no se ha llegado nunca a fijar la fecha del sorteo
cuando se ha demostrado que sí se fijo, entrar en los
juzgados por la puerta lateral mostrando una actitud
huidiza, negar que existieran los compromisos para a
continuación reconocer su existencia pero negar su validez,
afirmar que existieron irregularidades en anteriores
promociones cuando tu compañero de partido ha venido
aprobando con su propio voto dichas adjudicaciones en la
Comisión Local ... son actitudes que no ayudan a ganar
credibilidad, sino todo lo contrario.
No obstante, es justo recordar, no vaya a ser que tanto
señor Hachuel como el señor Aróstegui nos vuelvan a regañar,
que quien denunció el asunto en los juzgados fue el Gobierno
de Vivas. Y que el único imputado y acusado de cometer algún
delito en este momento es el señor Antonio López. Dicho
queda.
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