Autoridades civiles y militares y
numeroso público se dio cita ayer al mediodía en el
Acuartelamiento García Aldave para asistir al acto principal
con motivo del 95 Aniversario de la fundación de la Legión.
Un acto emotivo que transcurrió con gran solemnidad.
A las 11.50 horas entró la
Nacional en Formación y diez minutos después llegó el
comandante general y comenzó el acto. Una vez que la
autoridad que presidió la parada militar se encontraba en la
tribuna se desarrollaron los siguientes actos: lectura del
Real Decreto Fundacional, nombramiento de legionario de
honor al general de División José Manuel Sanz Román,
despedida de la Bandera Nacional e imposición de
condecoraciones.
Algunos legionarios fueron
recibiendo reconocimientos como la Cruz del mérito a la
constancia en el servicio o la Cruz de bronce a la
constancia en el servicio. Entre los condecorados estaba una
dama legionaria.
Los ‘Premios Legión’ también se
entregaron, así como los premios de las diferentes
hermandades, como el Premio Cristo de la Buena Muerte, el
Premio Cristo de la Vera Cruz de Alhaurín y el Premio
Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Después tomó la palabra el coronel
jefe del 21 Tercio, Marcos Llago Navarro. En su discurso
recordó que el teniente coronel José Millán Astray, “un
ejemplar y heroico soldado español, un hombre, con sus
defectos y virtudes, visionario y apasionado, fundó la
Legión, eligiendo para ello la españolísima ciudad de
Ceuta”. Esta celebración es de 95 años de historia de la
Legión “al servicio de España y los españoles”.
Llago recordó que la fecha de
fundación, el 20 de septiembre, se debe a que fue ese día
cuando “el primer legionario, Carlos Espresati de la Vega,
nacido en la ciudad hermana de Algeciras y vecino de Ceuta,
se incorpora a las filas de la Legión”.
La Legión “se organizó sobre la
eficacia guerrera, el ejemplo, la entrega y el valor, en sus
dimensiones individuales y colectivas”. Las divisas que
marcan la conducta del legionario son “el honor, la bravura,
el valor, el compañerismo, la amistad, la lealtad, el
ejemplo, la disciplina, el esfuerzo y el sacrificio hasta
sus últimas consecuencias”, manifestó.
Después se homenajeó a los
que dieron su vida por España y se entronizó al Cristo de la
Buena Muerte. Tras el recitado de espíritus y el Himno de la
Legión, se despidió a la Bandera. El acto terminó con la
dislocación de unidades, el desfile de la fuerza y la
despedida de los cuadros de mando de la autoridad.
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