Los actos y cultos en honor al
Diosh Ganesh, llegaron ayer a su fin en la jornada grande de
la comunidad hindú, que acudió en masa al templo para
participar de las últimas actividades de los festejos y
acompañar al Dios Ganesh en procesión, por las calles de
Ceuta, hasta subir a bordo del “Desnarigado” y ser sumergido
en las aguas de la ciudad.
Por duodécimo año consecutivo,
Premi Mirchandani y su familia, se han volcado en la
organización de una fiesta que ha congregado a un número de
asistentes superior a ediciones anteriores.
Tras la jornada espiritual vivida
a lo largo del viernes, los fieles se congregaron nuevamente
en el día de ayer en el templo, para vivir de cerca el
último rezo de aarti y ser partícipes de una convivencia
que, nuevamente, ha brillado con luz propia por el respeto
protagonizado por todas las religiones que componen la
ciudad.
Sobre las cinco de la tarde, el
Ballet de María José Lesmes ponía su puesta en escena en
medio de una gran afluencia de público. Seguidamente se
procedió a la procesión del Dios Ganesh, que recorrió las
calles de la ciudad y visitó la Parroquia de San Francisco,
donde se encontraba el Coro de la Hermandad del Rocío, que
puso el toque musical, para retomar la procesión hasta
alcanzar el Puente del Cristo, donde se vivieron momentos de
emoción y respeto. Por último, Ganesh fue embarcado en “El
Desnarigado”, junto con los ocho ganeshes de arcilla
realizado por los pequeños de la comunidad hindú y sumergido
en las aguas de una ciudad que, nuevamente fue bendecida por
el Dios.
Para Premi Mirchandani, la
valoración es muy positiva; “ha ido todo muy bien y estamos
muy contentos”. Y quiso destacar “la participación de los
miembros de la comunidad hindú y hermanos de las diferentes
conversiones religiosas de la ciudad”. Por lo que quiso
“agradecer a toda la ciudadanía de Ceuta el apoyo que una
vez más ha prestado a los actos de Ganesh”.
Con respecto a la jornada
espiritual vivida en el templo hindú durante el pasado
viernes, Premi quiso destacar que “un año da mucho, por eso
es muy necesario estos días en los que le hemos podido pedir
al Dios Ganesh que nos de salud a nosotros y a todos los
nuestros”.
Sobre el cambio de sede de las
fiestas, que años anteriores se ha celebrado en el propio
domicilio de la familia Mirchandani, el máximo responsable
de la organización destacó que “han participado muchísimas
más personas dado a la magnitud del templo y estamos muy
contentos y orgullosos de cómo se han desarrollado las
actividades durante estos tres días”.
De esta manera se ha puesto el
punto y final a días de oración, cánticos y respetos hacia
un Dios que, nuevamente pudo recibir el calor, devoción y
alabanza de una comunidad hindú que se ha volcado en sus
fiestas , con la intención de mostrar a la ciudad autónoma
de Ceuta su cultura, haciendo partícipes de ellas a todas
aquellas personas, independientemente de su religión, que se
han querido pasar por el templo y conocer de primera mano
los cultos realizados al Ganesh.
Ahora tocará esperar un
nuevo año, hasta volver a ver al Dios Ganesh recorriendo las
calles de la ciudad.
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