Manos Unidas ha apelado a los
gobernantes europeos para que “no hagan oídos sordos al
clamor de justicia y solidaridad que ha surgido entre los
ciudadanos ante la mal llamada ‘crisis de refugiados’”.
Desde la perspectiva que les
otorga nuestro trabajo con las personas más empobrecidas del
sur, se hace un llamamiento “para que se combatan las causas
que producen flujos migratorios como el de las últimas
semanas. El discurso del miedo y las fronteras cerradas no
son más que el resultado de una política de migraciones
fallida, basada en leyes que parecen olvidar la dignidad de
las personas y los Derechos Humanos, que a todos nos
amparan.”
La experiencia según dice Manos
Unidas, indica que “ésta no va a ser la última crisis de
refugiados. En Manos Unidas trabajamos desde hace años, y
seguiremos trabajando mientras sea necesario, para apoyar a
esas personas que lo han dejado todo atrás”.
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