Algo que no se ve pero se percibe,
problema este que hace que cambie tu calidad de vida ya que
incide directamente en muchas de las patologías que padece
el ser humano, especialmente el estrés que se produce en los
que, por cualquier circunstancia, viven cerca del lugar
donde los decibelios superan con creces el nivel de lo
permitido y recomendado.
Es curioso que aun estando este
asunto regulado a través de unas ordenanzas, la realidad es
que rara vez estas se cumplen, pues por lo general a la
denuncia se anteponen casi siempre los intereses de unos
pocos sobre los derechos que asisten al resto.
Y es que se haga donde se hagan
las mediciones estas siempre superan los niveles
recomendados por la normativa comunitaria, cuyas directrices
establecen que estos no deben superar los 25 decibelios,
aunque claro está, no es lo mismo 50 decibelios en una zona
residencial que ochenta en zonas industriales, pero cuando
se vive en una ciudad como la nuestra, caracterizada por sus
pequeñas dimensiones, el problema reviste mayor gravedad
pues de una forma u otra siempre afecta a sus ciudadanos.
Como ejemplos de esto que digo cabría destacar el continuo
problema generado por los ruidos de la planta de Endesa en
la zona residencial ubicada en las inmediaciones de la
antigua estación de ferrocarril, donde los vecinos ya sufren
de manera continuada sus consecuencias o el caso de las
casas que están junto al hospital universitario donde la
contaminación acústica producida por los motores generadores
del centro hospitalario dificultan la habitabilidad de la
zona, situación esta a la que habría unir mas recientemente,
el problema producido en los alrededores de la zona
portuaria por el ruido provocado por los motores del ferry
Passió per Formentera, al parecer algo mas mitigado tras las
reformas realizadas al buque por la compañía propietaria.
A los mencionados podríamos
unirles el ruido generado, especialmente en el periodo
estival, por las terrazas ubicadas en las zonas céntricas de
la ciudad muchas de ellas abiertas hasta alta horas de la
noche, y sino que se lo pregunten a los vecinos de la marina
quienes soportan durante todo el año la música elevada de
los establecimientos ubicado en el parque marítimo.
La cuestión es ¿se hacen las
mediciones pertinentes por parte de la policía local?,
primero habría que preguntarse si esta tiene los medios para
ello y si de ser así la pregunta sería la de ¿se sanciona si
se sobrepasan los limites permitidos? En cualquier caso
quizá no se trate tanto de sanciones o de la búsqueda de
culpables, sino mas bien de resolver los problemas que nos
afectan a todos, la virtud siempre radica en el equilibrio y
en este caso en el civismo, intentando para ello buscar
aquellas soluciones que permitan conjugar habitabilidad con
un desarrollo productivo y empresarial de calidad y
sostenible con el entorno.
* AxCe - Grupo Verde.
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