Marruecos, 4 de septiembre: el día del veredicto
 

José Luis Navazo
yebala07@yahoo.es
 

Nubes y claros con cierta sensación de bochorno, tal fue ayer el día en Rabat, capital de Marruecos desde 1912. Tal parece que el manto de nubes matinal ocultaba no solo el sol, si no también el implacable veredicto de las urnas. Mientras medito como explicarle a la asturiana María que, mañana 5 (por hoy), su querido papá no va a poder disfrutar con ella en Tetuán de su aniversario de 7 añitos, levanto acta de las acertadas palabras de Edward Gabriel, ex embajador de los Estados Unidos en el país: “Las elecciones comunales y regionales del 4 de septiembre son las más importantes de la historia del Marruecos contemporáneo”. Y así es, pues están en juego tres asuntos decisivos: el futuro modelo de sociedad (“islamista” o “modernista”), los límites al “Estado profundo” y el alcance del interesante y calculado proyecto de regionalización avanzada.

Comencé el día temprano en Agdal, tomando un cafelito en la sede de la Federación de Izquierda Democrática donde su candidato en Rabat, Omar Balafrej, me explicó amablemente su estrategia electoral, de estilo muy a la americana y su programa, “centrado en puntos muy concretos y nada generalistas”, señalando que no habían “empapelado las calles” (sic) centrando su esfuerzo en las redes sociales vía internet y en repartir su folleto electoral, escrito en árabe y francés, explicando su “Tercera Vía” como alternativa, “con una técnica electoral muy nuestra, puerta a puerta, mano a mano en 10.000 hogares y desde luego sin soltar un dírham, tolerancia cero para el uso fraudulento y habitual del dinero en las campañas electorales”. Cualificado profesional muy valorado socialmente, director de Tecnopark, incide en que la lucha política en Marruecos es doble, “contra el islamismo que nos arrastra al pasado y contra cierto Estado profundo que aún pervive a la sombra del Majzén”. Balafrej, alter ego rabatí de Nabila Mounib en Casablanca, está convencido de que “hemos hecho una buena campaña, nuestro principal enemigo es sobre todo la abstención”, despidiéndose sonriente con un mensaje final: “Debemos tener muy claro que tanto la libertad de pensamiento como el escrupuloso respeto a las minorías, religiosas y políticas, son dos requisitos fundamentales en una democracia”.

En cuanto a los islamistas parlamentarios del PJD (Partido de la Justicia y el Desarrollo), como les comentaba ayer esta vez van a encontrarse con viento en proa respecto a sus correligionarios salafistas más radicales: así en la imperial Marrakech, la capital ocre de los almorávides que legó su nombre al país el radical jeque Maghraoui, impulsor de unas peculiares y contestadas “escuelas coránicas” y que les brindó un importante apoyo en las legislativas de 2011 esta vez, parece que muy decepcionada la criatura, les ha negado la colaboración de su espeso entramado social, mientras decenas de salafistas se inscriben en el PRV (Partido del Renacimiento y Virtud) de Jalidi, de hecho una escisión del PJD en 2005: serían los casos de los indultados Mohamed Rafiki (alias Abou Hafs) y el tetuaní Omar El Haddouchi. Una reciente alternativa islamista es el partido de origen y referencia bereber, ¡las vueltas que da la política!, MDS (Movimiento Democrático y Social) de Chadli, fundado en sus tiempos por Mahmoud Archane y que se ha prestado en los últimos tiempos a facilitar el ingreso y dar cobertura a cualificados elementos salafistas, cultivando incluso una especial relación con el importante colectivo de presos. En Tánger el imán Fizazi parece una incógnita, pero después de tratar algo al personaje este escribano del limes está convencido de que, en todo caso, Fizazi vota… a Fizazi y su conocido asador de pollos.

Rizando ya el rizo y en la estela del salafismo tradicional de Allal El Fassi, fundador del Istiqlal (Independencia), su marrullero secretario general (desde septiembre de 2012) y hasta hoy alcalde de Fez, Hamid Chabat, ha guiñado un ojo al influyente sector salafista emboscado en el país defendiendo ciertas de sus posiciones, siendo criticado por éstos como lo que es, un oportunista.

Por lo demás y entre las numerosas perlas electorales, les espigo hoy las siguientes citando las fuentes, nunca me invento nada:

El istiqlalí Hamid Chabat, ciertamente al cabo de la calle, salta con una vieja información en el diario Al Massae del pasado 31 de agosto: “Líderes del PJD, como Ahmed Raissuni, contactaron a Abdelilah Benkirán para pedirle que facilitara la marcha de voluntarios deseosos de combatir en Siria”. Nada nuevo bajo el sol.

El siempre elegante Nabil Benabdellah, ministro y secretario general del PPS (Partido del Progreso y el Socialismo, ex comunistas), en una velada alusión al PAM (el oficialista Partido de la Autenticidad y Modernidad) durante un mitin en Had Soualem, advertía que “Esta formación política ha comprado candidatos para presentar el máximo de candidaturas a las elecciones”. Pura y cruda realidad.

Finalmente Abdelilah Benkirán, jefe de Gobierno y secretario general del PJD, denunciaba en el transcurso de un mitin en Agadir que “El dinero distribuido por el PAM durante las elecciones proviene del polvo” (sic). Hombre Benki, “polvo”, lo que es “polvo”… en castizo español tiene un encantador y apasionante sentido…. pero entiendo que tú estás aludiendo a la droga, además del haschis… ¿quizás también la cocaína? Fuerte, muy fuerte, Benki.

Si abrí la mañana con Omar Balafrej en Agdal, cierro la tarde cruzando la almohade Puerta de los Vientos (Bab Rouah) y visitando en el céntrico barrio de los Naranjos las dos sedes del PJD. En la antigua, la “sala de máquinas”, están seguros de que a última hora el marrakchí Maghraoui volvería a encandilarse con el partido de la lámpara, pues vale, mientras en la moderna y engalanada, de “recepciones”, una gran pantalla está dispuesta para ofrecer los resultados. Son las 20.00 locales, una hora más en España menos Canarias. Las espadas están en alto: los colegios electorales cerraron hace una hora y se calcula que hasta dentro de dos (o sea las 22.00 en España) no tendremos unos datos estimativos, si bien desde varios puntos de la geografía marroquí me avanzan que la participación no habría sido la esperada, “a la baja” me señalan. ¡Vaya por Dios! O sea que hasta mañana.

Haya salud. Visto.