El consejero de Deportes, Fernando
Ramos, compareció este viernes ante los medios para hablar
sobre la Escuela Hípica, y aportó una información
desconocida hasta ahora; si no se aprobó en el Pleno
reservar una partida de 452.000 euros al año a tal efecto
fue porque Javier Pérez “no quiso firmarlo”, ya que “no le
salían las cuentas”. Y es que da la sensación que sobre este
asunto de la Escuela Hípica existen muchos aspectos que
desconocemos y que ninguna de las partes parece muy
dispuesta a aclarar, pasando a jugar una partida en la que
todos guardan ases bajo la manga.
Lo único claro en este asunto es
que el Gobierno de Vivas quiere mantener los servicios que
se prestan en la Escuela Hípica (iniciación, aprendizaje,
perfeccionamiento, doma, enganche, hipoterapia ...) y que la
mejor decisión que podía tomar en este sentido es sacar a
licitación la gestión la Escuela Hípica, como así lo anunció
ayer Fernando Ramos. No obstante, esta actuación plantea
nuevas e importantes incógnitas, como saber qué partida
económica será necesaria para que ‘salgan las cuentas’, ya
que la Ciudad ha descartado la posibilidad de que la Hípica
pueda funcionar sin dinero público, asegurando que “a coste
cero es inviable sin subir los precios”, que el Gobierno
quiere mantener. O saber, por ejemplo, si el futuro
adjudicatario de la gestión de la Escuela Hípica deberá
aportar un determinado número de caballos o si la Ciudad
adquirirá los de Javier Pérez, de cuya atención se ha hecho
cargo por ahora la Ciudad, incluyendo la manutención de los
mismos que supone unos 16.000 euros al mes. Y en caso de
adquirirlos, será importante saber también a qué precio.
En definitiva, el Ejecutivo
de Vivas está ante una gran ocasión para demostrar que su
discurso sobre la transparencia no es solo eso, un discurso.
Va por el buen camino ... A ver como acaba.
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