La Asociación de Vigilantes de
Seguridad Marea Negra ha salido a la palestra para denunciar
la falta de efectivos en el Centro de Estancia Temporal de
Inmigrantes (CETI) donde, explican, en la época estival hay
diez trabajadores más un refuerzo, mientras que el resto del
año se reduce en una persona esta cifra. Para José Antonio
Carbonell, vicepresidente de la asociación, este número de
vigilantes es “insuficiente” y más aún, alerta, si se tiene
previsto ampliar la capacidad del centro. En la actualidad,
el número de residentes oscila en torno a los 650 y
Carbonell alerta que un ratio de 65 personas por vigilante
“es demasiado”. “Aunque está bien que hagan mejoras, si se
amplía el número de plazas del CETI también hay que aumentar
el número de vigilantes”, advierte.
Respecto al material con el que
cuentan los vigilantes del centro, Carbonell también los
califica de insuficientes. “A la hora de controlar la
entrada, sólo tienen una paleta y no un arco detector de
metales, ni un habitáculo donde poder realizar registros”,
explica en declaraciones a EL PUEBLO. Además, también señala
que la Ley de Seguridad Privada establece una serie de
servicios en los que los vigilantes deben llevar arma y
entre ellos está, según apunta Carbonell, la vigilancia de
este tipo de centro. Sin embargo, en el CETI los vigilantes
“sólo tienen una defensa y unos grilletes” y para Marea
Negra este material no garantiza mantener la seguridad si se
da algún altercado o incluso se produjera un motín. Por
ello, su vicepresidente se pregunta cómo se va a dar
seguridad a los residentes del CETI si el propio vigilante
“no está protegido” ni se siente “tranquilo” con los medios
que tiene.
“En este tipo de centros hay
personas que llegan con sus propios problemas, que incluso
han sido perseguidos en sus países, que se pueden revelar en
un momento ante las normas que se les imponen, y a las que
el vigilante de seguridad debe saber controlar”, recuerda
Carbonell para lamentar que los trabajadores de seguridad
privada tampoco tienen formación en control de masas. Algo
que para el vicepresidente de Marea Negra es imprescindible
para atender este tipo de centros.
“También nos gustaría saber
por qué no hay material antidisturbios”, pregunta el
representante de esta asociación. Y es que, recuerda que
aunque no se han dado casos últimamente, tiempos atrás ha
habido motines y asegura que si los vigilantes de seguridad
sí tuvieran este material y un curso de control de masas,
“podrían ser la primera línea de acción” hasta que llegara
la Policía. “Aunque la Policía se plante allí en cinco
minutos, en ese tiempo ha podido pasar algún percance”,
expone Carbonell.
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Más inversión para material y formación
“No entendemos desde esta
asociación cómo teniendo unas bonificaciones a la Seguridad
Social en Ceuta de entre un 20% y un 30%, las empresas no
gastan ese dinero en formación”, señala el vicepresidente de
Marea Negra. “Pensamos que también se tendría que gastar
para mejorar los medios del personal de seguridad”, explica
Carbonell.
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Si se amplían plazas, también vigilantes
En la actualidad, el número de
residentes del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes
oscila en torno a los 650 y Carbonell alerta que un ratio de
65 personas por vigilante “es demasiado alto”. “Aunque está
bien que hagan mejoras, si se amplía el número de plazas del
CETI también hay que aumentar el número de vigilantes”,
advierte.
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