Al respecto de las últimas declaraciones vertidas por el
Gobierno de la Ciudad Autónoma de Ceuta, en referencia a la
falta de calidad del servicio que viene prestando la empresa
TRACE, esta Central Sindical desea hacer las siguientes
declaraciones:
La Administración de la Ciudad
Autónoma de Ceuta mantiene a los únicos cuatro funcionarios
CONTROLADORES del Servicio Público de limpieza viaria y de
recogida de residuos domésticos apartados de sus genuinas y
legítimas funciones. El portavoz del Gobierno afirmaba estos
días, que los informes de los controladores son tenidos en
cuenta, ¿cómo es esto posible? (nos preguntamos) cuando
desde febrero/marzo del año 2013 las funciones de
supervisión, inspección, control y fiscalización de la
gestión del Servicio Público son realizadas por ajeno a la
administración pertenecientes a empresa municipales, tras
las oportunas encomiendas de gestión (son potestades
públicas y no actos de gestión) y nombramientos de
directores técnicos. Misteriosamente el portavoz no dice
nada al respecto.
Entendemos que El Gobierno Miente,
entre otras cosas, porque desde febrero de este años (hace 6
meses) los CONTROLADORES no disponen de impresora por lo que
es imposible que pueda mostrar un solo informe firmado por
ninguno de ellos. Los correos electrónicos que envían al
negociado de Medio Ambiente y a la Dirección Técnica son
reenviados a la adjudicataria y vuelta a empezar.
El problema reside en que el
colectivo de controladores no goza de la confianza del
Gobierno por tener criterio propio y llevar veinte años
reclamando un nivel profesional que la Administración se
niega a otorgar. CSIF lleva negociando ese nivel en la Mesa
General casi dos años sin resultados. De hecho la Ciudad
todavía no ha creado el órgano competente para la
fiscalización del contrato, creación que llevan reclamando
los controladores más de veinte años, controladores que son
por derecho, el fundamento de ese, por ahora inexistente
órgano. Pero la Ciudad ha duplicado sus funciones en las
figuras de los directores técnicos y la Ley es muy clara:
“Ley 30/1992, Art. 11, 3. No podrán crearse nuevos órganos
que supongan duplicación de otros ya existentes si al mismo
tiempo no se suprime o restringe debidamente la competencia
de éstos.”
Como informó contundentemente uno
de los controladores, que la Ciudad designe ajeno a la
Administración (sin conocimientos, formación ni experiencia
alguna) para que participe directamente en el ejercicio de
potestades públicas a costa y en perjuicio de un cuerpo
funcionarial existente y especializado, que requiere un
nivel técnico altísimo (el mayor de la Ciudad en esta
materia), y que encima este personal laboral exija que los
controladores sigan funcionando igual que antes, es un
insulto, una falta de respeto y un intento de tomadura de
pelo, además de otras calificaciones jurídicas que CSIF está
estudiando si llevar al Juzgado correspondiente.
La Ciudad siempre ha considerado
al Servicio Público como un cortijo donde colocar a sus
señoritos, y así sigue haciéndolo. Aunque a la hora de sacar
las castañas de fuego siempre se acuerde de sus
despreciados, ninguneados y difamados funcionarios
controladores.
Entendemos que si realmente
la Ciudad pretende fiscalizar con seriedad el trabajo que
realiza la adjudicataria del servicio, deberá previamente
dotar de la suficiente autonomía, consideración y jerarquía
el servicio de Controladores del Servicio Público de
limpieza viaria y de recogida de residuos domésticos, de
otro modo, estaremos ante otra tomadura de pelo.
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