Buenos días, gente:
Acabaron las vacaciones para la
mayoría de los españoles, a excepción de jubilados, parados
y demás ‘ados’, con el retorno del quehacer diario y la
tranquilidad de mis neuronas.
Tranquilidad porque encuentro la
calle, donde está mi residencia, con menos coches
amontonados en las zonas de aparcamiento; menos gente en las
terrazas de los bares, prácticamente vacías; menos mierdas
de perros en las aceras que sus descuidados amos nunca
recogen; supermercado de la esquina con tan pocos clientes
que se pueden contar con los dedos de una mano, etc.
Bueno, como ando saturado de
vacaciones, este último fin de semana lo he pasado
visionando los diversos canales televisivos y acabé con
tremendas ganas de tirar la tele a la basura.
La mayor maquinaria de lavados de
cerebros que se ha inventado en todos los tiempos es la
tele. Una tele donde tiene cabida desde el más horroroso,
estéticamente escrito, de los seres humanos con el mayor
manipulador de los miedos.
Imágenes, casi inamovibles, de
tías y tíos cuyo rostro inspira terror que aprovechan la
credulidad de gente inocente para hincharse los bolsillos
con llamadas caras y que se dedican a inventar pronósticos
de futuro… horas y horas con las mismas caras y cosas.
Programas que emiten tertulias de
la era de las lavanderas del siglo XVIII contando trolas y
más trolas en aparentes debates donde vale más un vestido
corto o largo cuya percha es un personajillo cualquiera, que
un niño africano hambriento.
Programas en canales dedicados
íntegramente a ensalzar al PP y donde no tienen cabida los
elogios a otros partidos.
Un programa, que destaca sobre los
demás, es el emitido por la Cuatro donde el presentador se
luce de lo lindo hablando de temas paranormales y de
hombrecillos de color verdoso, cabezones y con ojos que
parecen las lentes de los nadadores deportivos…
He seguido algunas emisiones del
programa de Iker Jiménez, no porque sea interesante sino por
saber hasta dónde llegan las manipulaciones informativas de
hechos totalmente imposibles de mostrar.
Te hago una pregunta, Iker: ¿Por
qué las fotos que presentan, y no solo en su programa,
siempre salen borrosas y con tan pocos detalles?
Hecha esta pregunta, vuelvo a
preguntarle: ¿A santo de qué te extiendes, Iker, en dar
explicaciones que no llevan a ninguna aclaración y siempre
dejas a medio terminar casi todo?
Solo observo que usas el programa
para lucirte personalmente, dando la impresión que eres un
experto en asuntos paranormales y ufológicos que nunca
convencen, cuando la verdad es que eres un cuentista y muy
buen orador, nada más.
Cuarto Milenio, o como se llame,
tiene de misterio lo que quieren escuchar la gente crédula,
gente ignorante, gente que cree en santeros y chamanes… por
cuanto todo lo que expone acaba sin convencer plenamente y,
además, con montajes tan burdos como el alienígena en la
mesa del forense, por poner un ejemplo.
Acepto que como programa de
entretenimiento puede ser considerado, pero no como programa
de divulgación ni científica ni educacional, ya que los
personajes que aparecen tienen más de gente paranoica con
ideales fijos que auténticos investigadores. Parecen que
tienen sobre sus cerebros la influencia de Wes Craven o
Spielberg, por mucho que se digan profesores o expertos…
serán expertos profesionales en tomaduras de pelo.
Lo mismo que hacen los
asesores publicitarios del PP y del Gobierno con intentos de
convencer a todos los ciudadanos de que “España va bien”,
con tantas contradicciones contrastadas que producen risa.
En fin, la vida sigue y yo también.
|