La Escuela Hípica de Ceuta no abrió ayer sus puertas después
de que el pasado día 31 de agosto finalizara el convenio que
le mantenía unida a la Ciudad Autónoma y que durante el
pleno extraordinario celebrado este lunes para la aprobación
del expediente de modificación de créditos de los
Presupuestos de la Ciudad para 2015 se eliminara la partida
de 452.000 euros que el Gobierno pretendía conceder como
subvención nominativa a la Escuela Hípica tras las numerosas
críticas surgidas, especialmente desde Coalición Caballas,
que tachó dicho importe como un “despilfarro obsceno,
intolerable y probablemente ilegal”.
Esta crítica vertida desde Caballas y el aviso que de seguir
con la idea se llevaría esta cuestión ante los tribunales,
parece que provocó que la Ciudad reconsiderara su idea
inicial y finalmente anulara esta subvención nominativa, lo
que finalmente ha ocasionado que las puertas de la Escuela
Hípica de Ceuta haya cerrado sus puertas, lo que ayer mismo
ya generó un gran revuelo entre los usuarios y propietarios
de los equinos que permanecen en estas instalaciones.
Precisamente, tal y como pudo saber ayer EL PUEBLO, entre
las primeras circunstancias que se produjeron es que
alrededor de veinte trabajadores, entre monitores, mozos de
cuadra y coordinadores, han pasado a engrosar la lista del
paro; que los 127 caballos que posee la escuela están desde
ayer desatendidos, y que más de 300 usuarios que pagan sus
cuotas mensuales, los 180 usuarios de hipoterapia, los 36
del área de menores y los más de 800 alumnos que anualmente
pasan por estas instalaciones se verán perjudicados por el
cierre de la Escuela Hípica.
En este sentido, el director de la Escuela, Javier Pérez,
estuvo ayer intentando hablar con miembros del Ejecutivo
Local para protestar generada, con el fin de plantear la
posibilidad de que se prorrogara el acuerdo hasta que la
Ciudad decidiera sacar o no a concurso la gestión del centro
ecuestre, pero al parecer las conversaciones fueron
infructuosas.
Pérez, sensiblemente molesto por cómo se ha actuado,
criticaba que se hable de un dinero que se destina al Centro
Ecuestre pero que “no se hable de que todas las cuotas que
abonan los más de 300 usuarios mensualmente durante todo el
año van directamente a las arcas municipales”. Además
también criticó que mientras mantienen cerradas las
instalaciones, los 127 caballos que permanecen allí y los
numerosos animales de granja que se han ido adquiriendo de
cara a la Granja Escuela que se quería proyectar en la zona,
estarán abandonados y sin ningún tipo de atención.
Por último, aunque la Ciudad no ha querido manifestarse al
respecto, todo parece apuntar que finalmente la gestión de
la Escuela Hípica saldrá a concurso público.
Recogida de firmas
Mientras tanto un nutrido grupo de usuarios ya está
recogiendo firmas contra la decisión adoptada por el
Gobierno y no descarta hacer una manifestación frente a las
puertas del Ayuntamiento, todos ataviados con la
indumentaria de equitación.
Precisamente, ayer por la tarde, ya se comenzó con esa
recogida de firmas con la que esperan obtener el respaldo de
la sociedad ceutí y la aportación de soluciones por parte
del Gobierno de la Ciudad.
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Un técnico superior en equitación se ofrece a Vivas a
gestionar la escuela de equitación a coste cero
Mientras se produce todo este
revuelo originado por el cierre de la Escuela Hípica, EL
PUEBLO ha tenido acceso a una carta que ha sido enviada al
presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Jesús Vivas, en la
que un técnico superior en equitación, Jesús Folch Redondo,
que se encuentra como director técnico en una instalación
hípica privada de la península manifiesta al jefe del
ejecutivo local que realiza su trabajo sin que dicha
instalación reciba ninguna subvención y que el mantenimiento
del centro, el cuidado de los caballos, el sueldo del
personal, etc, sale exclusivamente de las cuotas que pagan
los alumnos por practicar la equitación. Tras dar a conocer
esta situación, el citado técnico superior en equitación
emplaza a Vivas a que saque a concurso público la gestión de
la escuela de equitación de la Ciudad Autónoma a coste cero
para su administración, y comunicándole igualmente la
intención de ser una de las personas que estaría dispuesta a
dirigir y ejecutar la escuela de equitación de la Ciudad
Autónoma de Ceuta, siendo su único recurso económico las
cuotas de los alumnos que asistieran a las clases de
equitación.
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