Esos marroquíes, del Rey al último
fellah (campesino), suelen hacer gala de su prudencia, que
es palpable. Y pese a moverse pausadamente en un delicado y
tradicional equilibrio inestable, si comparamos Marruecos
con el resto del Magreb (salvando el coraje de los
tunecinos) y no digamos el avispero de Oriente Medio,
nuestro vecino del sur ofrece unas cotas de segura
tranquilidad más que notables. Sin duda ésta es una sociedad
de ritmo policial, amable pero vigilante, en sintonía con
los valores políticos del malikismo sunní (una de las cuatro
escuelas jurídicas tradicionales) que prefiere en último
caso un orden injusto que un desorden o fitna presuntamente
perfeccionista en último extremo, pero con una hoja de ruta
preñada de incertidumbres, zozobras... e injusticias.
En éstas como en otras elecciones,
la santa triada no se toca: Allah, Al Watan, Al Malik. Y si
Dios es Dios y el Rey es Rey además de Amir al Moumenim
(Príncipe o Emir de los Creyentes), la Patria, la Patria
marroquí es una e indivisible, Sáhara Occidental (versus
Provincias del Sur) incluido, si bien al norte sobre Ceuta y
Melilla se hace de momento mutis por el foro a la espera de
una mejor ocasión. Las relaciones internacionales son de
impulso soberano y en esos arenales nadie osa meterse salvo
contando con la preceptiva luz verde. Y aun así. Me lo
confiaba el otro día el senador real Yahya Yahya, fuera de
juego con tarjeta roja y que se despedía con dos sinceros
“Viva España y Viva Marruecos” volviendo a pedir perdón a
los españoles, melillenses sobre todo, por las molestias
causadas. Disculpas que honran al senador con el que,
salvando las diferencias, siempre tuve una correcta
relación. El apasionado Benkirán no tiene empacho afirmando
querer unas ciudades “como las españolas”, mientras todos
los políticos consultados valoran muy positivamente el
estado de las actuales relaciones bilaterales
hispano-marroquíes. Miel sobre hojuelas. Claro que estas
elecciones son del tipo “municipal” y “autonómico”, por lo
que las grandes geoestrategias apenas tienen espacio.
El dinero, ¡hay el flus!, es otra
cosa. La campaña electoral está en parte financiada por el
Estado, según los resultados alcanzados por cada formación
política en anteriores escrutinios siendo los criterios
fijados por vez primera en las elecciones comunales
(municipales) de 2009. Por su parte el decreto adoptado en
Consejo de gobierno el pasado 25 de junio estipula que,
oficialmente, el dinero destinado a la campaña de un
candidato regional es de 150.000 dirhams (algo más de 15.000
euros), bajando si éste se presenta por un municipio a los
60.000 dirhams (6.000 euros largos), cantidades que son
consideradas insuficientes por las planas mayores de los
partidos. También deben de presentarse facturas al final de
la campaña, pero en la práctica ésta medida es bastante
laxa. En cuanto a las formaciones políticas, echemos un
vistazo a los fondos (en millones de dírhams, hagan ustedes
el cambio) que oficialmente dedican en esta campaña: el más
garboso parece el Istiqlal con 21,5 millones y a
continuación curiosamente el PPS (Partido Popular
Socialista, ex comunistas), seguido a partes iguales y en
tercer puesto por el PJD, PAM y RNI (12 millones cada uno);
a continuación la USFP (11,5 millones) y finalmente,
bastante a la baja, la Unión Constitucional (UC) con 6
millones y los harakíes del Movimiento Popular (MP) con solo
3,5. Liberation, el diario de la USFP (Unión Socialista de
Fuerzas Populares), partido muy ligado históricamente al
PSOE (Partido Socialista Obrero Español), denunciaba en su
número de ayer lunes lo que “no es un secreto para nadie”,
es decir el “uso de dinero ilícito en las elecciones” pues
“hoy todo se compra: candidatos, listas....” A 10 kms. de
Tetuán, en la veraniega Martil (la Río Martín del
Protectorado español), algunos conocidos me comentan que un
conocido partido político les ha ofrecido “800 dirhams de
entrada, quizás más (80 euros largos)” por su voto. Contando
con que son miles los padres de familia que se dan con un
canto en los dientes de poder llevar 300 euros a casa el fin
de mes, la cosa está clara. Primun vivere delinde filosofare
¿Números electorales? Les avanzo
algunos:
Una de las claves de esta campaña
electoral, “decisiva para el porvenir de Marruecos” en
palabras del Rey Mohamed VI, es sin duda el número de votos
(y su distribución territorial) que obtendrán los islamistas
parlamentarios del PJD (Partido de la Justicia y el
Desarrollo) el próximo viernes 4. La verdad es que los
mítines del jefe de Gobierno, Abdelilah Benkirán, son
multitudinarios y al menos en dos ocasiones con serios
incidentes por parte de una juventud particularmente
crítica: en Taza (entre Fes y Ujda) fue duramente increpado,
así como en Safi (entre El Jadida y Essauira, en la costa
atlántica debajo de Casablanca), agrias protestas
orquestadas según fuentes del partido de la lámpara por sus
rivales, Chabat del Istiqlal (Independencia) en primer
término. Pero el gran mitin de la campaña hasta el momento
ha sido en Sidi Bernoussi, feudo casablanqués del partido,
el pasado viernes 28. En cuanto al espacio político y dado
que en último caso el RNI (Encuentro Nacional de
Independientes) es socio en el gobierno siendo el ministro
de Asuntos Exteriores y Cooperación, Mezzuar, del RNI, el
PJD enfila sus baterías apuntando contra el PAM (Partido de
la Autenticidad y Modernidad). En palabras de Benkirán, “no
votar sobre todo al PAM”, “aunque no nos voten a
nosotros...” Sobre el PAM el jefe de Gobierno ha sido
particularmente ácido y virulento: “Este partido ha
utilizado mucho dinero para influenciar el resultado del
escrutinio. ¿De dónde sacan todo este dinero me
preguntaréis?”. Citando a su oponente Hamid Chabat,
secretario general del Istiqlal, “Benky” se lanza: “He visto
un video de internet donde Chabat acusa a El Omari (nº 2 del
PAM) de utilizar el dinero de los barones de la droga. El
Omari no lo ha desmentido y Chabat nunca se ha retractado”.
Añadamos que cuatro partidos políticos de Alhucemas, en el
corazón del Rif, tildaron en un documento conjunto al PAM de
“partido mafioso” (sic). El texto no tiene desperdicio.
Acusación que le costó el puesto al representante en la
ciudad del RNI, obligado a dimitir por el mismo Mezzuar en
persona.
Haya salud.
Visto.
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