Un nuevo atropello y otra vez en
un paso de peatones, vuelve a hacer saltar las alarmas sobre
el elevado número de atropellos y accidentes que se están
produciendo debido a los despistes y las imprudencias de
algunos conductores que no terminan de enterarse que lo que
llevan entre sus manos no es un juguete y que haciendo un
mal uso del mismo y obviando las normas de tráfico es una
mortal arma que puede acabar con la vida de cualquier
persona, incluso la suya.
El atropello de ayer ha
traido a la memoria otro ocurrido hace ya siete meses y que
ocasionó la movilización de prácticamente la totalidad de la
ciudadanía con el fin de recaudar fondos para ayudar a la
joven Gema Pérez Martos, que pese al grave atropello que
sufrió, lo ha podido contar y hoy sigue luchando contra las
importantes secuelas que todavía presenta, rodeada de sus
familiares y amigos, con el único objetivo de volver a ser
la Gema que todo el mundo conocía antes del accidente. Ella
lo ha podido contar, pero por el contrario otro caso que
ayer también se presentaba a la memoria de todos es el de la
pequeña Jennifer, quien también en un paso de peatones fue
arrollada por un vehículo de gran cilindrada provocando que
instantes más tarde falleciera a causa de las graves heridas
producidas. Las autoridades competentes deben endurecer más
las sanciones relacionadas con este tipo de sucesos así como
estudiar medidas que vayan enfocadas ejercer un mayor
control contra el exceso de velocidad en la ciudad.
Igualmente, quizás las pruebas para obtener el carnet de
conducir también deberían endurecerse, parar que cualquiera
no pueda obtener un permiso y convertirse en un nuevo
peligro al volante para todos los viandantes.
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