El proyecto LIFE+ INDEMARES, coordinado por la Fundación
Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y
Medio Ambiente, -cuyos resultados fueron presentados el
pasado mes de abril-, han permitido conocer que el espacio
marino de Alborán alberga en sus aguas más de 50 especies
amenazadas y que contiene algo más de la cuarta parte de la
diversidad total de especies del Mediterráneo.
El mar de Alborán, como antesala
de transición entre el océano Atlántico y el mar
Mediterráneo, constituye una de las regiones marinas más
valiosas para la conservación de la biodiversidad marina en
Europa. Muestra de ello es que se han identificado hasta
1.645 especies y se han descrito 10 nuevas especies para la
ciencia. Estos fondos tienen, además, un importante papel
como áreas de reproducción y cría de muchas especies,
incluidas algunas de interés comercial.
Muchas de las especies que se
encuentran en Alborán son raras o poco comunes en el
Mediterráneo, y aparecen con relativa frecuencia en esta
zona. Entre ellas se encuentran la gorgonia Ellisella
paraplexauroides, una especie de gran porte considerada como
muy escasa, más habitual en las costas del noroeste de
África.
Asimismo, el hábitat de cascajo
biogénico profundo de borde de plataforma, escasamente
representado en el Mediterráneo y poco conocido hasta ahora,
ha resultado ser extremadamente valioso porque en estos
fondos se han identificado la mayoría de las especies.
Además se ha detectado una comunidad de algas laminariales,
singular y casi única en el Mediterráneo, así como fondos de
“maerl” con una extensión especialmente importante.
CORREDOR Y HABITAT PARA
CETÁCEOS Y TORTUGAS
Por otra parte, este espacio
marino destaca como corredor de migración y hábitat de
alimentación de especial interés para ocho especies de
cetáceos y dos especies de tortugas marinas, para las que
los mares de España constituyen un eslabón fundamental en su
ciclo de vida, como es el caso de la tortuga boba.
El conjunto de las comunidades y
especies existentes en la plataforma de la isla de Alborán
convierten esta zona en un punto caliente (“hotspot”) de
biodiversidad.
Además de su elevada diversidad,
la zona tiene otras características que justifican
plenamente su conservación, la singularidad, la existencia
de especies amenazadas, endémicas, de distribución
restringida, raras, de especial interés científico, o
vulnerables al impacto humano, la presencia de especies
esenciales para el mantenimiento de las comunidades o del
ecosistema.
Su estado de conservación
puede considerarse muy bueno. Por tanto, la plataforma de
Alborán reúne los criterios de representatividad
biogeográfica, presencia de especies o hábitats amenazados y
de áreas naturales bien conservadas establecidas en el
proyecto INDEMARES, por lo que gracias a los resultados del
proyecto se ha ampliado en 10.000 hectáreas la superficie
protegida anteriormente como Lugar de Importancia
Comunitaria de la Red Natura 2000.
|