Dos noticias, dos. Y como es
normal, cuando hay par de noticias, una es buena y la otra
no es tan buena. No digo mala porque lo que digan, de este
periódico y de los que en él escribimos, algunos de esos
llamados políticos es algo a lo que no le doy mucha
importancia.
Vayamos, pues, con la buena
noticia. Me entero de que la Medalla de Oro de la Ciudad se
les ha concedido a Manolo y Paco Olivencia, dos grandes
amigos míos, a los que les tengo un gran afecto, como
siempre le he tenido a toda la familia Olivencia. Y estoy
seguro que ese mismo afecto es compartido por todos ellos
hacia mi persona.
Como es lógico, y siempre lo he
escrito, en defensa de mis amigos, aplico el credo
legionario, “a mis amigos, los defenderé siempre, con razón
o sin ella”. Aunque, en verdad, poca defensa puedo hacer de
dos personas honestas donde las haya, que quieren y aman a
Ceuta por encima de todo.
En la votación llevada a cabo, se
abstuvieron PSOE y Caballas, dando su voto afirmativo PP y
Ciudadanos pero… Siempre hay un pero MDyC votó en contra,
destacando “que alguien que vaya a recibir este
reconocimiento debería tener una trayectoria absolutamente
intachable e impecable, y en este caso, uno de los
propuestos, concretamente Manuel Olivencia, fue imputado en
el caso de los ERE de Andalucía, por percibir 120.000 euros
en los llamados fondos de los reptiles”.
Me uno al comunicado del PP que
dice que es rotundamente falso que Manuel Olivencia Ruiz
esté imputado en causa penal alguna. Ambos hermanos, son
ejemplos de honradez e integridad, destacando también su
amor por España y por Ceuta.
Lógicamente, además del comunicado
de prensa dado por el Gobierno de nuestra tierra, me imagino
que Manolo se reserva el derecho a las acciones legales, que
ante lo vertido sobre su persona desde MDyC , haya lugar.
Manolo, mí querido y admirado
amigo, no se cuál será la decisión que vas a tomar sobre
éste asunto. Yo si se lo que mí persona haría en defensa de
mi honestidad. Una honestidad, que en tu caso, no existe el
menor atisbo de la duda. Como duda no tengo, de ser dirigida
hacia mi persona, la decisión que tomaría para acabar, de
una vez por todas, con todos estos que se dedican a
calumniar e insultar, sin tener conocimiento de lo que están
diciendo.
Aquí, en esta España nuestra que
nos ha tocado vivir, al parecer, vale todo. El personal
político, en su mayoría mediocres, dice del contrario lo que
le viene en ganas, sin que nadie haga nada por acabar con
todos estos ignorantes, que utilizan sus escaño, no para
hacer política que beneficie al pueblo, porque eso no saben
hacerlo. Lo que único que si saben hacer, es aprovechar su
cargo para insultar al contrario, o al que no e baila el
agua.
No se si podré estar
presente el día que os impongan las merecidas Medallas de
Oro de la Ciudad, por ciertas causas personales. Pero, mis
queridos amigos, podéis tener la absoluta seguridad, que
esté donde esté, siempre estaré presente, en ese acto, con
mi alma y con todo el afecto que siento por ambos dos. Un
abrazo.
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