Ayer por la mañana al grito de fascista, agredieron a Inma
Sequí, presidenta de VOX en Cuenca. El resultado de tal
hazaña fue el ingreso en el hospital de la joven de tan sólo
18 años, con un pómulo roto entre otras lesiones. No quiero
imaginar el susto que pasarían tanto ella como sus padres.
A Inma, la atacaron por hablar
claro y alto, por defender sus ideas aun sabiendo de la
existencia de ratas violentas que no deberían andar sueltas
por la calle. Le han dado una paliza por ser una valiente.
Esa valentía, es la que no se ve
en los politicuchos de Ceuta. Valentía para hablar alto y
claro, dejando de lado los miedos y afrontando las
responsabilidades que deben. Sin temer represalias
personales o familiares, y es que cuando se representa a
personas que te han concedido su voto, ellas deben ser lo
primero.
Siendo realistas, políticamente
esta ciudad está condenada. Izquierda, derecha, ambiguos que
se hacen llamar de centro, nuevas formaciones… todas son lo
mismo. Los más antiguos buscan cambiarlo todo para que nada
cambie, mientras los nuevos aprovechan el río revuelto para
pescar un escaño. Hipócritas que viven del cuento, todos
unos cobardes.
Como a muchos ceutíes, me
encantaría una valla fronteriza más alta y hasta con
corriente eléctrica, apoyaría las mal llamadas “devoluciones
en caliente”, mandaría a los yihadistas a la luna de una
patada en el culo y limpiaría la escoria de las calles.
Lástima votar para que ningún diputado se quiera manchar las
manos tocando ese tipo de temas.
El último hecho lamentable en
relación con esto, ha sido la no celebración del sexto
centenario de la conquista portuguesa de Ceuta, hecho al que
tantísimo debemos hoy quienes disfrutamos de la españolidad
de esta bella tierra. Lamentablemente, la televisión
portuguesa que visitó en tan histórico día nuestra ciudad,
no encontró actos oficiales ni celebraciones… ni a la
Fundación Crisol de Culturas. Bajada de pantalones de
nuestro presidente y su partido ante los colectivos que
protestaban por el homenaje a la “masacre” que significó la
Batalla de Ceuta. Quizás el próximo paso sea retirar la
estatua de Enrique el Navegante… visto lo visto sería
coherente, tiempo al tiempo. Ya puestos, por qué no, la
soberanía compartida con los herederos del Sultanato
Benimerín en pos de la ilegítima conquista de 1415.
En conclusión, en Cuenca
encontramos a una luchadora valiente como Inma en el
hospital… cuando aquí los cobardes de siempre viven como
reyes mientras venden miserablemente la identidad, la
historia y la dignidad de los ceutíes.
Mucho ánimo y mucha fuerza
Inma.
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