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economía - LUNES, 24 DE AGOSTO DE 2015


Algunos de los trabajadores del ‘Hermanos Toledo’. juan carlos perez.

Sector Pesquero
 

El sector pesquero subsiste, pese al “descuido” de las autoridades

Manuel Pérez, jubilado con más de 50 años en la mar, se muestra crítico con la actitud de la administración. La lonja ya ni siquiera subasta las capturas
 

CEUTA
Manuel Gutiérrez

ceuta
@elpueblodeceuta.com

El puerto pesquero ya no es lo que era. Ésa lonja, ése olor y sabor a mar, la concurridísima cafetería... Todo ello ha quedado atrás. Ahora sólo quedan vestigios de lo que fue un verdadero foco de riqueza, que daba de comer a tantas familias.

La poca actividad que hay se inicia a primeras horas de la mañana, por parte de los escasísimos barcos pesqueros que aún faenan en Ceuta, como el Hermanos Toledo o el Esperanza. Ellos inician sus faenas en torno a las 06.00 horas, para regresar al puerto pesquero en torno a las 11.00 horas. Para bien o para mal, porque hay días que todo el esfuerzo no ha valido la pena.

Mientras se espera que regresen los barcos que han salido a faenar, nada mejor que poder hablar con Manuel Pérez, un veterano de la mar. Hombre curtido que ha trabajado en tan durísimo negocio durante medio siglo. Desde los 18 años hasta los 68. Ahora, aunque retirado, no puede ni quiere dejar de volver a estar cerca de las aguas y se nota que todos los que andan por alrededor le tienen un respeto máximo.

“Es el gran capitán”, afirman algunos jóvenes pescadores que se encuentran junto a él. “No sé... Es que se habla y la Guardia Civil se lía a multar”, indica en tono humorístico Manuel, para quien los agentes de la autoridad son personas también de la mar y de respeto.

Actualmente operan entre ocho y diez barcos desde Ceuta. La mitad de ellos faenan en la Bahía Sur y el resto en la norte.

Están enfadados, los que aún se dedican a esta faena, por la actividad de pesqueros marroquíes. A los españoles les ponen toda clase de trabas y procedimientos burocráticos, pero “los de Marruecos hacen lo que quieren, sin permisos, y están en nuestras aguas. Somos el vater de todos los países”, asegura. Se trabaja habitualmente con la traíña, la almadraba, el voraz, el palangre...

Manuel Pérez ha trabajado en barcos como el Punta Tarifa, el Cereto, el Tiburón, el Manuel Juan, que era de su padre, y conoce muy bien lo que es la mar.

Quiere que las autoridades locales ayuden al sector y no tiene pelos en la lengua a la hora de señalar que la pesca está “descuidada” por las administraciones.

Con sarcasmo, indica que “ya no tiene más sitio donde meter dinero la Cofradía de Pescadores”, en referencia a la falta de ayudas al sector.

¿Hay salida? “Como está la cosa no”, afirma tajante Manuel Pérez.

Para enrolarse o para trabajar en un barco pesquero se necesitan muchos requisitos, como son las titulaciones, cursos de salvamento y socorrismo... Sin contar con la propia equipación técnica de los barcos: “tienen de todo”, señala, en referencia a sistemas de localización por posicionamiento, radares, radio...

El hecho de que sólo quede faenando una decena de barcos en Ceuta contrasta con los buenos tiempos, en los que la flota pesquera alcanzaba los cien.

Mientras se habla, llegan hasta los puntos de amarre dos agentes de la Policía Portuaria, los números 033 y 043, señal de que está a punto de producirse la llegada de alguno de los pesqueros. En efecto, arriba a puerto el ‘Hermanos Toledo’, cuyo capitán es Luciano Julia. Junto a él está Manuel Vara y Francisco José Foncubierta, además de algunos de sus pescadores. Salieron a las 07.30 horas y han tenido que dar por terminada la jornada para no incurrir en más gastos y pérdida de tiempo. Traen melva, bonito y albacora.

“Poco, porque la cosa está mala. Ésto no es rentable. Cada vez se pesca menos y parece que la cosa no está por arrancar. Hay poco pescado, muchos gastos, hay que pagar a la gente...”, explican.

Entienden que se meta en Ceuta cierto tipo de pescado desde Marruecos, ya que no se dedican a algunas especies que se capturan en el vecino país, pero lo cierto es que lo poco que traen ni se subasta en lonja. Se vende directamente a ciertas personas que tienen sus puestos en el Mercado Central de Abastos.

La Policía Portuaria fiscaliza lo que traen los pescadores. Ya se conocen todos pero lo cierto es que efectúan un control del pescado y la apertura de la pequeña lonja que aún queda en Ceuta. Están ahí siempre que se realiza una descarga de pesca.

“La actividad ha caído bastante, pero siempre es una alegría ver cómo llega a puerto un barco. Ojalá se activara el sector y hubiera más movimiento pesquero”, explican los policías. La mayoría de los barcos que antes faenaban en Ceuta, explican, se han desplazado a Algeciras. Además, se da la circunstancia de que hay más trabajo en verano, porque en invierno hay que sumar el mal tiempo, lo que resta posibilidades a un sector que está más que tocado.

También arriba a puerto el ‘Esperanza’, que llega con volaores y que había zarpado en torno a las 06.15 horas.

Es una empresa familiar en la que trabajan padre e hijo: Diego León y José León. Una jornada más de dura faena.

José incluso está trabajando con un vendaje en la pierna, pero aún así ha cumplido con el ritual diario de zarpar y que sea lo que Dios quiera. Mientras tanto, va culminando la faena en el puerto pesquero de Ceuta. En las proximidades del muelle Alfau, las gaviotas y los gatos esperan que les caiga algo de lo que han traído los hombres de la mar, aquellos que trabajan duro en condiciones cada vez más adversas.
 

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