No por pregonar mucho llega ese
pregón a convertirse en realidad, y hace un par de días, uno
de los grandes de otros tiempos doblegó a otro que ha sido y
es grande siempre.
El Atletic Club de Bilbao pudo y
bien con el Barça, cuando los catalanes ya contaban con un
trofeo más y camino de volver a hacer historia en el fútbol
español.
En Barcelona, el desarrollo de la
Súper Copa de España ha caído como un jarro de agua fría,
mientras que en Bilbao, dos generaciones, prácticamente, no
habían podido vivir un triunfo similar o de ningún otro
tipo, en su vida.
Las malas lenguas han comenzado a
vaticinar que, a partir de ahora, esa supremacía
catalana-madrileña o Real Madrid-Barcelona se ha empezado a
resquebrajar y mira por donde, de ser cierto, la primera
resquebrajadura se ha producido en el Camp Nou, tras haber
sufrido los catalanes en San Mamés una de las derrotas más
humillantes de toda su historia, y muy especialmente de los
últimos años.
Y fiesta en Bilbao, algo hay que
hacer para festejar un título, ahora precisamente, cuando
están sus fiestas a punto de comenzar, pero que, en este
caso, comenzarán agrandadas por la consecución de un trofeo
oficial, tras haber estado 31 años sin lograr nada similar.
Ahora bien, que nadie se haga
demasiadas ilusiones y que no se vayan a creer que, a partir
de ahora, van a tener las mismas oportunidades de lograr
títulos, el Betis, el Español, el Sevilla o el propio
Bilbao, que el Barcelona o el Real Madrid.
Todas las reglas tienen sus
excepciones y lo de esta semana ha sido una de las
excepciones que tardará años y años en repetirse que el
Madrid no vuelva a lograr un título de los que haya en
juego, cosa que este año no ha logrado, tras una segunda
vuelta de campeonato desastroso.
Y es que los que más celebran
aquello que consiguen son los equipos de “medio pelo”, sean
Bilbao, Valencia, Sevilla o Atlético de Madrid, al que se le
caen las finales europeas, cuando más amarradas parecen
tenerlas.
Y lo más llamativo, volviendo
hacia atrás, es la interpretación de “lo de Piqué” al cuarto
árbitro, que le ha costado, de momento, cuatro partidos de
sanción y eso que se ha calificado por la parte baja, pero
eso ya debe servir de escarmiento para un deportista que
está siendo ya demasiado reiterativo, en situaciones como la
del otro día, con los árbitros.
El verano se está quedando atrás.
Las competiciones se vuelven a poner en marcha. La liga
comienza mañana mismo, será el comienzo de otro “sexteto”
que saltará hecho añicos, si tras ganar alguien casi todo,
se hace demasiadas ilusiones, pero llega a la pérdida final
de lo poco que ya les quedaba por conseguir y que llega a
otras manos, más débiles y con menos garra, pero con tanta
historia como el primero de los equipos españoles y con la
misma idea de seguir siendo uno de los grandes, en todo,
menos en la obtención de trofeos.
Y es que el Atletic Club de
Bilbao, por historia es uno de los tres grandes, por su
andadura en la Copa está a gran altura, pero cuando tocas
otros terrenos te encuentras con que de historia, solamente,
no se vive.
Lo que si se ha demostrado
estos días en Bilbao es que siguen a su equipo como en
ninguna otra parte a los suyos.
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