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Ciertamente y aunque el pasado
viernes el portavoz del Gobierno reconocía que la plantilla
de la Policía Local es “muy corta” para la cantidad de
servicios que realiza, el Ejecutivo local se ha tomado muy
en serio la lucha contra las obras ilegales que se vienen
realizando en la ciudad. Hachuel resaltaba ayer, pese a que
la proliferación de estas obras continúa, que se han
expedientado y levantado informes al respecto durante este
mes de agosto a más de una decena de estas obras, y que
todas ellas están paralizadas y con un expediente
sancionador tramitado a expensas de poder contar con la
orden para su derrumbe.
Aunque ciertamente, este
trabajo parece que estar dando sus frutos ya que las obras
que habían comenzado a ejecutarse de forma ilegal están
controladas, vigiladas y paralizadas, no se está
consiguiendo que la proliferación de estas construcciones
continúe, no en vano en la zona de Arcos Quebrados, los
propios vecinos han denunciado cinco nuevas construcciones
en este último mes. Pese a todo, la Ciudad continúa con este
caballo de batalla y está destinando un gran esfuerzo a
intentar erradicar esta práctica a través de los,
reconocidos, escasos efectivos de los que dispone. Este
trabajo hay que reconocerselo a los agentes de la Policía
Local encargados de llevar a cabo estas inspecciones,
quienes están destapando y expedientando a un buen número de
personas que intentan saltarse a la torera la normativa y
levantar estas edificaciones sin ningún tipo de permisos ni
licencias, y fomentando además el empleo irregular. No en
vano también en el último mes, hasta la Inspección de
Trabajo han llegado varias denuncias sobre trabajadores de
estas obras sin el contrato pertinente, provenientes del
país vecino. Esperemos, tal y como resalta el portavoz del
Gobierno, que poco a poco este gran trabajo contra las obras
ilegales, comience a dar sus frutos y en breve el
crecimiento de estas construcciones ilegales se paralice.
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OPINIÓN / EDITORIAL
