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Las palabras de Aróstegui en el
Pleno de ayer son el retrato de una obsesión. La que sufre
el enfermizo diputado de Caballas por este periódico. Da
igual que el debate gire sobre la creación de una Comisión
de Investigación del listado “fantasma” de adjudicatarios de
las 317 VPO de Loma Colmenar o que la polémica sea el pacto
entre PSOE y Caballas para que la Vicepresidencia Segunda de
la Asamblea tenga dos asesores a media jornada, como ocurrió
ayer. Aróstegui vuelve a poner a ‘El Pueblo de Ceuta’ en el
centro del debate plenario, un honor que nunca podremos
agradecer lo suficiente a Juan Luis. Aunque sea para
calificarnos de “racistas, fascistas, xenófobos y
reaccionarios” y a la vez acusar a Fatima Hamed de ser
nuestra “vedette”. Si, no es broma. Una musulmana convertida
en vedette de un periódico racista y xenófobo. Algo que solo
es posible según los argumentos cada día más ridículos del
diputado de Caballas. Y es que la edad parece no pasar en
balde en Aróstegui, en el que se aprecia con tristeza los
efectos del paso del tiempo. Lo único que no varía en él es
su capacidad de confrontación, esa que el presidente Vivas
afirma con razón que “no es el mejor camino”. Porque si algo
aporta Juan Luis Aróstegui a la vida pública ceutí,
probablemente lo único, es la confrontación por la
confrontación que señalaba Vivas ayer. Con él en el
Ayuntamiento, la Ciudad vivió unos de sus periodos de mayor
enfrentamiento, con descalificaciones e insultos, y con una
radicalización desmedida, actitudes que han regresado a la
Asamblea, no precisamente con la presencia de Fatima Hamed,
sino con su vuelta al Salón de Plenos hace cuatro años.
La realidad, es que Juan
Luis Aróstegui y Mohamed Ali ya intentaron amordazar a
Fatima Hamed cuando salió de la coalición Caballas,
impidiendo su participación en las Sesiones Plenarias, hasta
que los Juzgados pusieron a cada uno en su sitio. Y ahora,
tras el gran éxito de MDyC en las pasadas elecciones,
pretenden que seamos los medios de comunicación los que
pongamos la mordaza a Hamed, algo a lo que nos negamos
rotundamente desde estas páginas, que están y seguirán
estando a disposición de todos los grupos políticos de
nuestra ciudad, incluida la coalición Caballas.
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OPINIÓN / EDITORIAL
