Despierto de mi letargo veraniego
tras constatar, que en breves fechas podría hacerse realidad
un sueño anhelado por quienes hemos sufrido, sufrimos o
podríamos sufrir en el futuro las consecuencias de una
problemática extendida en nuestro sistema educativo, el
acoso escolar o bullyng, una práctica consistente en el
maltrato cruel hacia nuestros hijos e hijas con la intención
de someterles, intimidarles, amenazarles u obtener algo
mediante chantaje, que atenta contra la dignidad y sus
derechos fundamentales. No debemos olvidar que esta conducta
es la causa de alrededor del 50% de los suicidios de
adolescentes.
Una problemática, que en el año
2012 motivó la presentación de 316 denuncias, pero son
muchísimas más las que no se presentan por diferentes
razones ante las instancias competentes. Un estudio
publicado en la revista The Lancet Psychiatry concluye que
las víctimas de este tipo de agresión son más susceptibles
de padecer problemas de salud mental al llegar al final de
la adolescencia que las personas vejadas por adultos,
llevándolas a padecer cuadros de ansiedad, depresión y
tendencias a autolesionarse o a tener ideas suicidas.
Por todo ello, apoyo sin reservas
la propuesta que presentará el Grupo Parlamentario de la
Coalición Caballas, en el próximo pleno ordinario, relativa
a la puesta en marcha en nuestros centros escolares, de un
programa pionero de sensibilización frente a esta lacra
social, el programa finlandés Kiva que está revolucionando
Europa. Un modelo centrado en cambiar las normas que rigen
el grupo con la intención de concienciar de lo importante de
las acciones en común, empatizando, defendiendo y apoyando a
las víctimas. Una iniciativa que ha conseguido frenar los
casos de acoso escolar en uno de los mejores sistemas
educativos del mundo.
Soy militante del Partido
Popular, nadie tiene dudas al respecto, pero también soy uno
de los muchísimos padres afectados por esta lacra social, y
por ello espero y deseo que la propuesta que presentará el
portavoz de la Coalición Caballas en la próxima sesión
plenaria sea apoyada no solo por el grupo parlamentario
popular, sino por la totalidad de los grupos con
representación en la Asamblea, situando a nuestra ciudad,
por primera vez en esta materia, a la cabeza del país en la
lucha contra una problemática cada vez más extendida.
Nuestros hijos e hijas merecen del consenso de nuestros
dirigentes políticos. Rebélate contra el acoso escolar.
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