La Conferencia Sectorial de Educación, compuesta por el
ministro de Educación, Cultura y Deportes y los 17
Consejeros de Educación de las Comunidades Autónomas, se
reunió el pasado 12 de agosto para negociar, entre otras, la
implantación de la Evaluación Final en Primaria, que se
llevará a cabo en el curso escolar 2015-2016, y la
Evaluación Final de Secundaria y Bachillerato para el curso
2017-2018, conocida como ‘reválida’.
En primaria parece que se continúa con la evaluación
individualizada en 3º curso, que de resultar desfavorable,
“el equipo docente deberá adoptar las medidas ordinarias y
extraordinarias más adecuadas”. Y la evaluación
individualizada en 6º curso, que tendrá “carácter
informativo y orientador para los centros” en los que los
alumnos y alumnas hayan cursado sexto de Educación Primaria
y para aquellos en los que cursen el siguiente curso
escolar, así como para los equipos docentes, los padres,
madres o tutores legales y los alumnos y alumnas.
En este sentido, las administraciones educativas podrán
establecer planes específicos de mejora en aquellos centros
públicos cuyos resultados sean inferiores a los valores que,
a tal objeto, hayan establecido. Por otra parte, los centros
concertados se acogerán a la normativa reguladora del
concierto correspondiente.
Al respecto, los socialistas ceutíes se preguntan si para
ello es necesario hacer una prueba específica, ya que
consideran que “con pedir un informe al tutor del grupo
sería más que suficiente, pero gastar dinero, tiempo y un
esfuerzo ingente para realizar una evaluación que sólo sea
orientadora para los centros no tiene sentido, y si no, que
se lo digan a los maestros que este año han tenido que
aplicar las evaluaciones en tercero”.
Desde el PSOE de Ceuta denuncian que “lo único que han
provocado con ello es someter a un estrés innecesario y
absurdo a los alumnos, no solo por la mera realización de la
prueba, sino por el tiempo que han tenido que invertir en
ensayarlas, pese que el preámbulo de la LOMCE establezca que
deberán excluir la posibilidad de cualquier tipo de
adiestramiento para su superación”, e indican a las
autoridades educativas que “no se escandalicen”, ya que
“muchos centros educativos van adiestrando a sus alumnos
para que obtengan buenos resultados, por temor a quedar por
debajo de la media o simplemente para ser los mejores en el
ranking de centros, que para eso se hacen las pruebas en
esta etapa, para establecer ranking de centros”.
Cuestión distinta es la Evaluación Final de cuarto de la
E.S.O y la de segundo de Bachillerato, “porque ahí sí que
los alumnos se juegan su futuro académico”, apuntan los
socialistas puesto que “si no la superan no obtienen los
correspondientes Títulos; la Administración Educativa emite
un Certificado de que han superado las calificaciones de las
correspondientes enseñanzas pero no pueden seguir adelante,
no titulan”.
En Secundaria la calificación final se obtiene con un peso
del 70% de las calificaciones numéricas obtenidas en cada
una de las materias cursadas en E.S.O y con un peso del 30%,
la nota obtenida en la Evaluación Final. En bachillerato la
calificación final se obtendrá con un 60% la media de las
materias cursadas en Bachillerato y con un peso del 40% la
nota obtenida en la Evaluación Final en Bachillerato. “Por
lo que en Bachillerato pesa aún más si cabe, la Evaluación
Final que en Secundaria”, apuntan.
Con este panorama, desde el PSOE de Ceuta aseguran que
“sería una irresponsabilidad por parte del Ministro no
negociar esta situación y cuanto menos, no paralizarla;
permitir esto supondría dejar a miles de alumnos de
Secundaria sin la posibilidad de seguir estudiando
enseñanzas postobligatorias, y luego que no se quejen de que
los jóvenes ni estudian ni trabajan”.
No obstante, los socialistas apuntan a que, “con las
elecciones están a la vuelta de la esquina, sería una
desafortunada decisión seguir adelante con la implantación
de las pruebas en ESO y Bachillerato, máxime cuando se tiene
enfrente 12 Comunidades Autónomas díscolas y una comunidad
educativa enojada”.
“Este Gobierno lo que ha hecho ha sido poner una cara amable
al frente del Ministerio e intentar apagar los fuegos
provocados por el Ministro anterior. Pero no, no se dejen
engañar, que si salen con mayoría, tenemos LOMCE sí o sí”,
aseveran concluyendo que, por todo ello, “el PSOE se opone
frontalmente a la implantación de las Evaluaciones Finales e
insiste en la derogación de la LOMCE que desde que se ha
publicado no ha hecho más que provocar enfrentamientos entre
el Ministerio de Educación y la comunidad educativa”.
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