De nuevo se ha celebrado una Conferencia Sectorial de
Educación y de nuevo Ceuta ha estado ausente. Y, también, de
nuevo me podría poner a enumerar todas las cosas que han
pasado en nuestra ciudad, con respecto a la educación, y de
nuevo sólo ser-viría para volver a recrear la vista de
quienes piensan que así se hacen las cosas bien, mientras el
resto se lamentaría en silencio y en reuniones a cuatro, o
se seguirían acomodando a una situación que, desde el punto
de vista político y social, deja mucho que desear.
Pero no, esta vez lo único que voy a pedir es que sigamos
haciendo presión para que Madrid no siga opinando y pensando
por nosotros. A meses de unas elecciones gene-rales el MECD
ha cambiado exclusivamente el peón del ajedrez en Ceuta, no
el Rey, así que solamente se podrá hacer jaque mate cuando
cambiamos al Gobierno, y no nos podemos olvidar que quien
dirige la Dirección Provincial sigue siendo el Partido
Popular, por muy buenas intenciones que dicen que va a tener
el nuevo Director Pro-vincial. ¿A quién pretenden engañar? ¿
Suavizar ahora cuando ya no hay nada más que atacar a una
comunidad educativa desgastada e infravalorada ?
No, ahora no toca el voto de confianza, ahora toca exigir
unas condiciones mínimas que deberían de haber pasado por
solicitar la paralización inmediata de la LOMCE, entre otras
cosas.
Durante mucho tiempo estuve hablando como responsable de
educación del PSOE, mientras sufría las consecuencias como
maestra y como madre. Ahora sigo hablando como socialista y
miembro del Comité federal, al que seguiré haciendo patente
nues-tros problemas locales, pero si me he atrevido a
escribir este pequeño artículo de re-flexión es para hacer
ver que nuestra lucha no puede caer en saco roto esperando
el cosido de última hora de Rajoy y del propio Vivas, cuando
ya no hay aguja que pueda enmendar el daño.
Mientras no nos armemos de orgullo y sintamos la necesidad
vital de reivindicar nues-tra voz en Madrid, seguirán
ninguneándonos nuestros objetivos, porque ¿tenemos objetivos
para Ceuta, no?
Con mi hija apenas hablo de política, ella la vive junto a
mi y nunca intento influenciar-la más allá de la educación
feminista del invisible príncipe azul y el color rosa, pero
hay dos temas que me insiste sin cesar, el maltrato a los
animales y la Ley de Educa-cion del PP. Un día de camino a
mi casa me dijo, “ Mamá, si gana el Psoe quitaran la Ley,
¿no?, ¿cuál de ellas, hija? Pues mamá, la que hace que
tengamos pruebas injus-tas, salir a las doce al recreo
porque me muero de hambre desde las nueve de la ma-ñana,
tener sociales y naturales por separado, segregar al
alumnado y tratarnos como cabezas sin derecho a pensar”.
Esto me lo dijo con nueve años, es la visión de una niña y
yo sí seguiré esforzándome para que su postura, junto al
resto de voces de las personas de Ceuta, tenga la misma
validez que el resto de autonomías. ¿Diferentes en derechos
pero iguales en obligaciones? No, iguales en oportunidades.
Ya lo decía Alejandro Palomas “ No hay nada que admirar.
Después de tantos años, la vida me ha enseñado que las cosas
siempre salen bien cuando eres tú la que decide, porque
decidir ya es hacerlo bien. No tiene más misterio”.
Esa es la clave, asumir competencias y estar presente en la
próxima Conferencia Sec-torial de Educación para que las
medidas y propuestas no la tengamos que interpretar a través
de la prensa y, lo que es más importante, para que podamos
pelear por Ceu-ta.
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