En cierta ocasión, siendo un
adolescente, y en cierta ciudad, andaba yo por la calle
principal de la mencionada ciudad cuando, de pronto, vi
venir hacia mí una turba de personas corriendo
desaforadamente, como pude me puse a buen recaudo de la masa
que se me venía encima, y, al punto, acertó, entonces, a
pasar junto a mí un tipo de mediana edad, que corría
despavorido y un tanto desencajado, y, poniéndome a su
altura, le pregunté, gritando a voz en cuello, que a dónde
iba, y el tipo me respondiò “No sé”. En aquel momento,
debido a mi juventud, no supe sacar corolario alguno de
aquella situación y de la respuesta que me dio aquel hombre.
Esa anécdota, en efecto, ha permanecido olvidada por mucho
tiempo. Ese “No sé”, en verdad, no ha tenido nunca
significado especial alguno para mí hasta estos momentos.
Aquel tipo corría sin saber a dónde encaminaba sus pasos, es
más, tampoco, tal vez, sabría, en realidad, por qué corría,
habría oído campanas, algo pasaría a sus espaldas, pero
acaso no sabría qué, no le interesaría averiguarlo, quizá
corría porque los demás también corrían, pero en su interior
algo le decía que tenía que poner pies en polvorosa sin
saber hacia dónde. Corría hacia un futuro, hacía cualquier
lado, daba igual cuál, sin saber, a ciencia cierta, de dónde
venía y sin saber por qué corría hacia cualquier parte. Era,
sencillamente, un acto de supervivencia.
Se veía venir y me lo temía: no es
que no se vaya a celebrar la conquista de Ceuta por los
portugueses del rey Joao I, es que ni siquiera se va a
conmemorar, es decir, a recordar tal hecho, hecho que nos
introdujo en la edad Moderna de la mano de los portugueses.
Si Ceuta hubiera seguido estando en manos del aquel
reyezuelo Sala ben Sala y de sus descendientes, sería, sin
dudarlo, una ciudad islamizada (aunque me temo que va camino
de ello) y gobernada a golpe de sharia, con el corán encima
de la mesa del reyezuelo de turno.
Sin tradición no hay, en efecto,
futuro alguno. El alcalde Vivas ha iniciado una constante
huída desaforada hacia adelante sin saber hacia dónde, y, lo
que es peor, no queriendo saber de dónde viene, de dónde
venimos. Ignora olímpicamente el pasado que nos ha
configurado tal y como somos hoy en día. Cree que con esa
actitud va a tranquilizar y a hacer amigos entre quienes se
oponen frontalmente a conmemorar la conquista de Ceuta.
¡Cuán equivocado está! Esos a quienes trata de apaciguar
nunca se darán por satisfechos, nunca se saciarán de pedir y
de exigir. Siempre estarán dispuestos a dar una nueva vuelta
de tuerca. Y otra, y otra, así hasta conseguir sus
propósitos inconfesables. Ya sabemos, históricamente, hacia
donde conduce el ‘apaciguamiento’. La postura del alcálde
Vivas respecto de la celebración de VI Centenario de la
conquista de Ceuta por Portugal me ha hecho recordar a aquel
tipo que me respondió, en plena carrera, “No sé”. Al alcalde
Vivas le importa un rábano de dónde venimos, le importa un
bledo la tradición, la cuestión es correr hacia adelante, ¿a
dónde?, ni él lo sabe. La actitud del alcalde Vivas es, a
todas luces, un acto de supervivencia. Esos que se oponen
radicalmente a la celebración del VI Centenario en modo
alguno dejarán de presionar al alcalde por esta u otra
cuestión. Va a ser, es, un muñeco de feria, del ‘pim pam
pum’. Va a seguir recibiendo por todos lados, y él va a
seguir cediendo hasta lo inimaginable.
Además, para no soliviantar a los
refractarios a la celebración del VI Centenario, no se ha
tenido pudor alguno para manipular el lenguaje para
referirse a la conquista de Ceuta: han traducido “la Tomada”
de Ceuta por la ‘llegada’. Se supone que ‘llegaron’ y
‘conquistaron’. Pues no, según esos refractarios, llegaron
pero no conquistaron. ¿Y quiénes construyeron, entonces, la
Muralla Real, el Foso, los Baluartes de los Mallorquines, de
la Bandera y de la Coraza? ¿Se construyeron solos? Todo un
misterio.
Todo esto es un despropósito de
tal magnitud que da rubor, que abochorna, haber llegado a
esta situación. En realidad, no se trata de celebrar
“matanzas” o ‘genocidios”, eso es una burda excusa, tal y
como sucede en la conmemoración de la “Toma” de Granada cada
2 de enero. Se trata, en nuestro caso, de borrar todo rastro
de la conquista, borrar el rastro de que quienes se hicieron
con la ciudad no eran islámicos, para, así, ir entroncando
con los pobladores de aquella Ceuta anterior a agosto de
1415, se trataría de establecer un continuo, en la
actualidad, con el país vecino, sin que se sepa a ciencia
cierta dónde acabaría uno y dónde empezaría el otro. A este
respecto, ya hay barrios en nuestra ciudad que han cambiado
de mano y han adquirido un aspecto arabizado e islamizado.
Llegados a este punto, me permito
traer aquí la reflexión del profesor Carmona Portillo sobre
“la vieja controversia sobre la transición de Ceuta
portuguesa a española”. Es decir, en palabras del citado
profesor Carmona, el punto álgido del debate reside en la
forma en la que Ceuta pasó de ser una ciudad perteneciente
al reino de Portugal a ser administrada por el de Castilla.
Según el muchas veces citado profesor Carmona Portillo, el
paso de la administración portuguesa a la española se debió,
entre otras causas, a la paulatina castellanización de la
población ceutí, aun manteniéndose la élite gobernante
portuguesa, (…) o la conciencia, entre los ceutíes, de que
Castilla estaba más pronta a su ayuda que Portugal, por su
cercanía y por su mayor potencial bélico. Además, “el
tránsito no fue de un mes para otro, ni de un año para
otro”.
De la reflexión del profesor
Carmona hay dos causas que llaman poderosamente la atención
respecto del paso de Ceuta de ser administrada por Portugal
a serlo por Castilla: la paulatina castellanización de la
población ceutí y la cercanía de Castilla. Si los
refracatarios a la celebración del VI Centenario han puesto
sus ojos en las declaraciones del profesor Carmona y quieren
encontrar paralelismos y similitudes entre lo que sucedió en
la Ceuta de aquel entonces y lo que podría suceder ahora en
la Ceuta de hoy día, en mi opinión, se equivocan de medio a
medio, porque entonces fue un paso hacia la modernidad,
mientras que ahora sería un retroceso a la oscura época
medieval islámica.
(PD/ Recuerde: la próxima
semana, el 21 de agosto, se conmemora el VI Centenario de la
conquista de Ceuta por los portugueses)
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