El verano es época de inevitables
gastos, pero sobre todo, de gastos para darse caprichos y
relajarse después de un año de estrés. Las personas están
más relajadas y dispuestas a disfrutar y para eso son muchos
los que dejan de recortar sus gastos para darse caprichos
como tomar una copa junto al mar o disfrutar de una buena
comida a pie de playa. Sin embargo, con la crisis, estos
pequeños placeres terrenales pasaron a un segundo plano ante
la prioridad de ahorrar para gastos esenciales. Un plano que
parecen haber abandonado para volver a ser una de las
prioridades del verano. España parece estar remontando y
muestra de ello son los chiringuitos de la playa. En
cualquier punto de la península, estos lugares de encuentro,
de cañas y tapas, están a rebosar y Ceuta no se ha quedado
atrás. Estos negocios tienen buenas perspectivas y así lo
señalan quienes los regentan. Era un nicho de negocio a
explotar que, hasta ahora, no se había abierto camino, pero
los emprendedores no están dispuestos a dejar pasar una
oportunidad y quienes se han atrevido a instalar su negocio
a pie de playa están cosechando buenos resultados. Aún así,
Ceuta todavía tiene mucho camino que recorrer para ser una
ciudad que realmente mire al mar. Los chiringuitos son un
primer paso, pero en una ciudad rodeada completamente de
costa, aún son escasos estos lugares que tantos buenos ratos
han dado a todos los españoles, e incluso a los extranjeros,
que vienen en busca de la clásica oferta de sol y playa.
Mientras, hay otros nichos de negocio aún por explotar.
Actividades en la misma arena, más opciones de deportes
náuticos, paseos en barco... sólo hay que echar la
imaginación a volar porque, todo apunta a que, los negocios
que miran al mar vuelven a remontar el vuelo.
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